Revista Cultura y Ocio

“Un día me levantaba del ordenador y pedía ovación y vuelta al ruedo por lo que acababa de hacer, pero otros días era para tirarlo a la basura”, Víctor Fernández Correas

Publicado el 24 abril 2012 por Ruta42 @ruta42
“Un día me levantaba del ordenador y pedía ovación y vuelta al ruedo por lo que acababa de hacer, pero otros días era para tirarlo a la basura”, Víctor Fernández Correas

Víctor Fernández Correas (Fotografías: Sergio Alonso)

Victor Fernández Correas tiene libro nuevo, “La tribu maldita” y, aprovechando su visita a la capital castellana, no pudimos resistirnos a hacerle alguna que otra preguntilla, cuyo resultado podréis encontrar a continuación.

Háblanos un poquito de tu libro.

La tribu maldita es la historia de un clan comandada por un veterano homínido, Anar, que pretende salvar la vida de todos sus compañeros, lo que implica llevarlos a un lugar que recuerda de su época más juvenil, La sierra de Atapuerca.

Intenta convencer a su clan para emprender el viaje lo antes posible, ya que el inviernos se cierne sobre la tribu, los animales empiezan a escasear porque los pocos que sobreviven están asediados por las fieras.

Sin embargo, cuando llegan allí, se dan cuenta de que en muchas ocasiones, por muy bien que te pinten las cosas, la realidad es muy diferente.

Llevas a novela por primera vez a los protagonistas de Atapuerca, ¿por qué crees que no se había hecho hasta la fecha?

Es lo que yo me pregunto, es la gran pregunta, ¿por qué no se ha hecho nunc algo sobre esos homínidos que tienen tanto que contar y que cada vez se amplía más los datos sobre ellos?

¿Y qué te lleva a ti a hacerlo?

El tema me parecía interesante, tener la posibilidad de contar algo con tanta información al respecto, tantas investigaciones a tu disposición, que todavía no se había escrito en España y que te da tantas posibilidades de, partiendo de una base científica, imaginar, escribir una historia que te permita trasladarte a una época muy distinta y de la que se ha contado muy poco en España.

“Un día me levantaba del ordenador y pedía ovación y vuelta al ruedo por lo que acababa de hacer, pero otros días era para tirarlo a la basura”, Víctor Fernández Correas

Víctor Fernández Correas

¿Por qué novela histórica y no otro género?

Porque la novela histórica te permite hacer muchas cosas. Te permite viajar a épocas en las que seguramente te hubiera gustado vivir algún tipo de aventura, te permite encarnarte personajes que seguramente te hubiera gustado ser… Te permite recrear situaciones en las que te hubiera gustado estar presente para ver.

Pero, sobre todo, porque te da la opción de contarle cosas a la gente, te da la posibilidad de contar una historia, de trazar un suceso y hacérselo conocer a los lectores.

Pero, en una novela histórica, ¿hasta qué punto llegan los hechos verídicos y dónde comienza la imaginación?

Eso depende del autor. Si quieres escribir sobre un hecho verídico, tienes que tener en cuenta el hecho en sí, lo que implica una labor documental. Es saber hasta dónde quieres llegar, si quieres ser muy explícito y detallista o si simplemente quieres darle un barniz documental y luego basarlo todo en la imaginación.

A mí lo que me gusta es partir de una base documental para elaborar tu propia trama, pero de alguna manera que permita al lector profundizar en los hechos si le apetece, consultando una serie de libros o fuentes.

¿Cómo ves el panorama literario actual?

Si eres un escritor novel, la cosa está complicada. Hace poco una chica contactó conmigo para pedirme un consejo, y le dije que había que empezar poco a poco por estos foros o fuentes que nos permiten ir colgando relatos o capítulos, que es como yo mismo empecé, colgando relatos en una web. Sólo que a mí después me contactó un editor y me propuso crear la novela. Para los que empiezan creo que tienen que echarle ganas, aprovechar las oportunidades que están al alcance de la mano y que muchas veces no sabemos coger.

En general creo que el panorama está bien, tiene una salud buena, se publican obran muy buenas y se comienzan a tocar temas que estaban aparcados y que, por esa cantidad de títulos que nacen, no se estaban tocando. Se están dejando también ciertas modas atrás, pero es que todo va por la época. Ahora se llevan mucho las novelas de romanos que hace años estaban aparcadas, a lo mejor apostamos por títulos y novelas costumbristas… Se trata de rebuscar aquellos temas que no estén muy manidos y sacarlos a la luz pública, es reinventarse.

Has nombrado internet, ¿qué opinas del nuevo formato digital de lectura, amenaza a la edición impresa?

Creo que llegará un momento en que los dos modelos se complementarán y se retroalimentarán el uno y el otro, pero no desaparecerá el formato papel porque sigue habiendo generaciones para las que es el único formato posible.

Son necesarios ambos, el formato digital es bueno principalmente para gente que empieza, que quiere darse a conocer y que necesitan un formato que les permita llegar a un gran número de lectores que después les lleve hacia el formato más amplio, el papel.

¿Qué te lleva a ti a dedicarte a la literatura?

El deseo y el placer de escribir. Era como cumplir un sueño. Siempre me había gustado escribir así que, ¿por qué no? Empecé poco a poco, con ocho páginas, luego fui pasando a treinta y cinco y luego a trescientas… Vas intentando crecer, viendo hasta donde llegas. Y, sobretodo, cumples un anhelo que era conseguir publicar, que es el objetivo de todo escritor.

¿Qué cambios has sufrido como escritor desde aquellos relatos de ocho páginas hasta ahora?

Muchísimos y te vas dando cuenta tú mismo. Eres más autocrítico, este libro lo llegué a tirar dos veces a la basura porque no veía la manera de continuar. Experimentas con nuevas técnicas narrativas, hasta esta novela nunca había hecho nada sin diálogos. Buscas nuevas formas de contar las cosas, juegas con la extensión de los capítulos dependiendo de cómo quieres atraer la atención del lector.

Vas innovando constantemente, vas buscando una técnica que nunca se va a repetir en otras novelas, porque cada una tiene una técnica que intentas adaptar a lo que quieres contar.

¿Qué influencias podrías decir que tienes como escritor?

Tres esenciales: Miguel Delibes, Arturo Pérez Reverte y Sánchez Adalid.

Miguel Delibes porque creo que no va a existir nunca nadie que sea capaz de escribir como él lo hacía. Arturo Pérez Reverte porque es un maestro en la narración y en la forma de situarte en la acción. Y Sánchez Adalid porque es un maestro a la hora de organizar historias y tramas con las que contarte una leyenda, una historia o simplemente darte a conocer un hecho que novela.

“Un día me levantaba del ordenador y pedía ovación y vuelta al ruedo por lo que acababa de hacer, pero otros días era para tirarlo a la basura”, Víctor Fernández Correas

Víctor Fernández Correas

¿Qué crees que prima o es más importante, la historia o la forma en que se cuenta esa historia?

Yo creo que las dos son válidas, porque si tienes una historia muy buena y no la sabes contar la has cagado, pero si tienes cómo contarlo pero no tienes la historia, ¿dónde vas?

Tienes que buscar el cincuenta por ciento, tienes que tener una historia buena y tienes que saber cómo contarla, montar la trama. Son dos maneras de entender la literatura que se complementan y que tienen que ser necesarias si quieres dar pie a una obra.

Si tuvieras que decir cuáles son las claves para crear la novela perfecta, ¿qué dirías?

Escribir muy bien y saber contar la historia, porque si lo sabes hacer de una forma coherente y con una trama bien construida, vas a llegar temprano al lector.

¿El escritor nace o se hace?

Yo creo que se hace. Puedes tener un talento inmenso, pero esto es cuestión de echarle horas y días. El problema es que muchas veces te enfrentas a un folio y dices, ¿ahora qué?

Supongo que al que tenga talento le salga todo bordado, pero es que a veces el talento no da más de sí, y la única manera de suplir eso es el trabajo constante.

¿Eres disciplinado a la hora de escribir?

Tienes que serlo, al menos yo procuro serlo. Hay días que estás mejor y otros que estás peor, igual un día me levantaba del ordenador y pedía ovación y vuelta al ruedo por lo que acababa de hacer, pero otros días era para tirarlo a la basura, por eso tienes que ser constante, aunque llegues a casa muerto de cansancio y no te apetezca, por lo menos dedicarle un tiempo, aunque sea para revisar u ordenar, pero tienes que sentirte implicado en lo que estás haciendo para poder crear esa rutina que te permita seguir avanzando y llegar a publicar la novela.

En cierto modo, cuando llega el libro a una estantería, respirarás…

Con todos los respetos, es un orgasmo, me parece algo impresionante, un logro absoluto.

¿Tienes algún nuevo proyecto en mente?

Todavía no sé donde ubircarlo, se podría ubicar en el norte de europa pero lo tengo muy por definir porque hay un montón de documentación por ordenar y ver cómo organizarla.

Pero hasta dentro de cuatro meses o así, una vez que haya hecho “reset” y el celebro responda, veré por dónde voy, me seguiré documentando, y una vez que tenga hecho eso, igual dentro de un año o año y medio, me pondré a escribir.

Finalmente, sólo nos queda agradecer al simpático escritor por los minutos dedicados.

“Un día me levantaba del ordenador y pedía ovación y vuelta al ruedo por lo que acababa de hacer, pero otros días era para tirarlo a la basura”, Víctor Fernández Correas

Miriam

Soy una chica leonesa que ha tenido que irse a Valladolid para cumplir su sueño, hacer periodismo. A pesar se ser este mi primer año de carrera, tengo el orgullo de ser colaboradora de Ruta 42. Por lo demás no hay mucho que contar, toco la guitarra, me gusta el rock y devoro todo tipo de literatura, especialmente la poesía.

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