Un día rojo

España vuelve hoy a ser portada: aquí y fuera. La Roja, mal que les pese a muchos por su nombre, es campeona de Europa. Y no sólo en prima de riesgo, paro y estancamiento económico. También y por unas horas, en fútbol. Estos chicos lo hicieron bien, muy bien y se traen la Copa de Europa. Debería cundir el ejemplo si se quiere ganar algún campeonato más que uno en que 22 muchachotes se dedican a ir detrás de una pelota para intentar meterla en una red al final del campo. Aparte de lo bien que juegan al fútbol, la prensa se deshace en elogios sobre solidaridad entre ellos, mentalidad de equipo, generosidad… Valores que, entre otros muchachotes, los que ocupan los banquillos del Congreso o los sillones ergonómicos de despachos no parecen conocer.

La ciudad de Valencia, ayer

Mientras el rojo inundaba las gradas de Kiev y los corazones, aquí inundaba los pulmones de los valencianos. #ardeValencia está siendo trending topic en Twitter a nivel mundial, que también ardía mientras los tuiteros facilitaban el teléfono de emergencias de Cruz Roja España 902 222 292 en busca de voluntarios, y mientras denunciaban que la Generalitat valenciana, precisamente, había recortado el 14% el presupuesto anti-incendios. No se tiene noticia de que sus salarios hayan seguido el mismo camino.

La Roja vuelve hoy a Madrid con los deberes hechos y el examen pasado con nota, pero hasta que no lo haga el rojo de los campos y bosques de Valencia será como si no pasara nada. Rajoy cree que si la gente le ve en el fútbol, feliz, mantendrá la calma y relativizará los daños, que se concretan en 45.000 hectáreas de terreno devastadas por el fuego, y sigue. Espero no tener que ver las imágenes del presidente del Gobierno o de su ministro de Medio Ambiente, que a este paso se va a quedar sin materia que ministeriar,  tomando un baño para tranquilizar a la población evacuada en la Malvarrosa. Al tiempo. El Ibex abre hoy también en rojo y la prima de riesgo sube. Triple corona.