Terezín era una ciudad que distaba 65 Km al norte de Praga. En el gueto judío se hacinaban decenas de miles de personas, en unas condiciones de extrema dureza.
Malvivían 15.000 niños, desconcertados y asustados por lo que veían. Sus adultos, en un alarde de entrega e inteligencia, idearon un plan de educación y terapia clandestina, que incluía clases de dibujo con Frield Dicker-Brandeis, una conocida pintora. Entre 1942 y 1944 se realizaron miles de dibujos, en los que los niños judíos podían plasmar sus miedos.
En estos enlaces pueden encontrar información adicional al respecto:http://www.sandracerro.com/Articulos/artic-grafohistorica/TEREZIN.pdfhttp://www.sandracerro.com/Articulos/artic-grafohistorica/cartas_holocausto.pdfHabía un continuo trasiego de trenes que iban llenos y volvían vacíos. Su destino era Auschwitz. A finales del año 1943, corrían por todo el mundo noticias sobre la existencia de campos de concentración y de exterminio, en los que las SS estaban masacrando a la población judía. La propaganda nazi eligió Terezín y disfrazó el gueto, transformándolo en un lugar distinto, saludable, armonioso y feliz.Tardaron un tiempo: lo primero que hicieron fue aumentar la frecuencia de los trenes de la muerte. De esta manera, el gueto pronto tuvo una densidad de habitantes mucho menor. Después, fabricaron cafés, escuelas, comercios, la mayoría falsos, pura fachada, y llenaron el espacio con flores. Cuando todo estuvo listo para la representación, el 23 de julio de 1944, acudió un comité de inspección de la Cruz Roja. Se hizo un vídeo, en el que se mostraba el verdadero trato que el gobierno de Hitler dispensaba a los judíos. Fue un día, otro más, de la infamia. Cuando terminó la representación, volvieron los trenes. Cada vez con mayor frecuencia. Casi todos los 15.000 niños murieron en las cámaras de gas.Sin embargo, la profesora Dicker-Brandeis había enterrado una maleta con miles de dibujos infantiles, mudos testimonios del horror.Mientras tanto, en Praga, los nazis habían diseñado otro ejemplo de propaganda. Éste muy distinto.Antonio Carrillo Tundidor