Jean-Pierre es un abnegado médico de una zona rural de Francia que dedica su vida a atender a sus pacientes, del día a la noche, los siete días de la semana. Les cura, les atiende y les hace compañía. Pero un día el doctor cae enfermo, así que llega Nathalie, una médica del hospital de la ciudad, para ayudarle en su trabajo.
La vida del protagonista transcurre en el ámbito laboral, al que dedica jornadas muy largas. Conoce a cada uno de los habitantes de la zona, sus preferencias, su situación. Va más allá de los síntomas físicos y se ocupa del bienestar de sus pacientes.Existencia solitaria que se tambalea con una mala noticia y la llegada de una colega a quien hace todo tipo de perrerías intentando que dimita.
Me ha gustado. Un delicioso trabajo abordando un tema complejo. Huye de lo artificial y provoca cercanía. Intercala humor con sufrimiento. He vivido la historia casi desde dentro. Conmovedora y repleta de matices sobre cómo afrontamos las situaciones vitales críticas.
Título original Médecin de champagne. Dirección Thomas Lilti. Guion Thomas Lilti, Baya Kasmi. Música Alexandre Lier, Nicolas Weil, Sylvain Ohrel. Fotografía Nicolas Gaurin. RepartoFrançois Cluzet, Marianne Denicourt, Patrick Descamps, Christophe Odent,Isabelle Sadoyan, Félix Moati. Francia 2016, 102 min.
El animal moribundo
Nº de páginas: 128 págs.Editorial: DEBOLSILLO, 2013ISBN: 9788490323649Traductor: JORDI FIBLA FEITO
El pasado 22 de mayo moría este escritor estadounidense. Leyendo artículos sobre su obra, elijo esta breve novela.
Prosa soberbia y magnética. Es un placer poder disfrutar de textos así. Un verdadero lujo. Un don tal vez inalcanzable.Reflexiones de un hombre que hubiera deseado nacer años más tarde y disfrutar de la libertad que tuvieron las siguientes generaciones. Eterno dilema.
Ambiente universitario y despertar sexual en la década de los 60. Recuerdos y presente. Una interminable lista de mujeres. Un amigo confidente, unos cuantos enemigos.
Empiezo junio abriendo una ventana del pasado.La ría sigue ahí, ahora tapada por un enorme edificio.La ventana ya no es de madera de castaño.Ya no es mi habitación.La calle hace muchos años que ha cambiado de nombre. El número del portal tampoco coincide.
Esta época del año me trae muchos recuerdos del Primavera Sound, mientras vivo ajena y a mil kilómetros la edición de este año. El otro día encontraba la grabación de este concierto increíble de The Cure en 2012. Ahí en medio, flotando entre miles de personas, estaba yo. Vuelvo a emocionarme.