Un dolor en gerundio…

Publicado el 14 febrero 2015 por Blog De Golcar Golcar Rojas @golcar1

10 de febrero

Quiero reunir aquí este dolor que no cesa.
Es un dolor en gerundio…
Un dolor que no es nuevo. LLeva años.
Pero que desde hace un tiempo es constante.
Periódico.
Diario.
Todos los días ellos están allí.
Con 26 grados centígrados o 42.
A pleno solo del mediodía o en la alborada o en la penumbra del atardecer.
Como el pan nuestro de cada día.
Y uno pasa a cualquier hora y ellos están allí.
Ojalá nunca nos acostumbremos a este dolor.
Que cada día nos sorprenda como la primera vez.
Qué no llegue el momento en que pasemos y no los veamos,
como un poste de luz.
Que siempre que los veamos nos duela,
nos sorprenda,
nos indigne…
Nos duela…
Ellos son nosotros.
Por eso los reúno aquí como en un calendario,
de fechas negras.
Un recordatorio.

7 de enero, Santa Rosa de Lima, Caracas. Esta foto llega de una-patriótica cola en Santa Rosa de Lima. Se adivina en la bolsa que había detergente en polvo.

7 de enero, Maracaibo. Aquí yacen Chávez y su revolución bonita. Tranquilos ayer y hace rato la #cola era más larga.

7 de enero, Maracaibo. Aquí yacen los restos de Chávez y su revolución bonita. #colas Venezuela. #tropa Yván José ‘Bellísimo’ Rojas dice que se exagera con la crisis y que él también hace colas, por ejemplo, para ir a un juego de béisbol. Dante Rivas dice que mejor que no haya papas fritas en Mc Donalds y que hagan yuca frita. Osorio dice que el desabastecimiento es “normal” para la fecha. Eljuri dice que las colas se deben a que el venezolano come mucho. ¿Entenderán los chavistas de medio pelo, los pata en el suelo que se burlan de ellos? ¿Notarán los fieles seguidores del proceso que los toman por tontos y brutos? ¿Se percatarán los chavistas que dejan la vida en una cola y se aferran al cuento de la “guerra económica” que con estas declaraciones es a la #tropa a quien toman por pendejos y no a mí que tengo muy claro el porqué hemos llegado a donde llegamos?

09 de enero, Maracaibo. El ‘verguero’ para Centro 99 porque hay Harina Pan. #AquíYacenChávezYSuRevolución

12 de enero, Maracaibo. Cola en la madrugada en Farmatodo Bella Vista.

12 de enero, Maracaibo. 11:50 am.
Sol ‘cachúo’ decimos en Maracaibo. YO siento más de 40 grados centígrados. A las 12 m. escuché que se acabaron los pañales.

15 de enero, Mérida. Ellos también van a comprar #TipoFeliz como los de la propaganda del régimen. #VayaPalaMierda

16 de enero, Maracaibo. #cola de gente en la Saas para comprar dos potes de leche Previo. Y los atienden a pleno sol por el auto servicio. #Maracaibo.

21 de enero, Maracaibo. Así está todos los días Corpoelec y adentro es peor. Dijo un señor en la cola: “Este gobierno no sirve ni para cobrar”.

21 de enero, Maracaibo. Comprando #TipoNormal en plena calle a las 6:20 pm. mientras Nicolás mete mentiras en cadena.#TipoNormal en plena calle a las 6:20 pm. mientras Nicolás mete mentiras en cadena.

21 de enero, Charallave. #colas #Locatel #Venezuela #socialismo #AquíYacenChavezYsuRevolucion

22 de enero, Maracaibo.
Ahí están,
en la cola,
Como en la mañana.
Como todo el día.
Como todos los días.
Los hijos de Chávez velando al difunto padre.
22 de enero. 6:15 pm..

22 de enero, Maracaibo.
12 m. A menos de 24 horas de la paja de Nicolás la cola para el super a pleno sol.

27 de enero, Maracaibo.
I
Quisiera que esto no me afectara.
Pasar de largo.
Sin inmutarme.
Quisiera no mirar.
No ver a esas mujeres con la teta expuesta en la calle y el niño de meses pegado.
Quisiera no sentir este desconsuelo.
¡Son las 12 del día! ¡Hacen 40 grados a la sombra!
No quiero ver a esas criaturas mamando mientras les tratan de comprar UN paquete de pañales.
Con suerte, UNA fórmula láctea.
Pero no hay cómo no verlos.
Están por toda la ciudad.
Por el país.
Tomo la foto.
No me acostumbro.
Algo duele adentro.
II
A veces, en mis ratos de ocio.
Entre la salida de un cliente y la colecta del mojón de Toya.
Mientras Charlie ronronea
se funde en mi papada,
Pienso.
Sueño.
Imagino la vida en otros sitios.
Allá, donde el último litro de leche en la nevera no estresa.
Al día siguiente, se repone.
Y la azucarera nunca está vacía.
En la calle, la gente tiene ojos.
Las mujeres tienen culo. Tetas
Los hombres tienen ‘paquete’.
No son una bolsa que flota.
Y los amigos se reúnen
Las conversas son sobre la película de anoche.
El libro que compraron.
La obra de teatro que verán.
Sin pensar ni preguntar
¿Dónde conseguiste pañales?
¿Sacaron leche?
¿Cuántas dejan comprar?
¡Necesito una batería!
Un muerto por robo escandaliza
Moviliza. Traumatiza. No es “normal”.
¡Impensable 50 asesinatos en un fin de semana!
En el ascensor se habla del calor,
“Nunca en esta época hizo este calor”
No del estudiante detenido por protestar.
Allí, en esos lugares,
Una vida de colas y escasez
De mortandad
Es algo lejano. Que se ve en televisión.
Son cosas que preocupan pero no duelen.
¿Mujeres con niños pegados a la teta
En una cola en la calle
Rodeados de moscas y basura?
Esas son vainas lejanas
Vainas de allá
De Venezuela.

27 de enero, Maracaibo.
I
6:30 pm. #Maracaibo 
Colas a las afueras de supermercados, en gasolineras, para las baterías. No hace falta llamar a un paro. El país esta parado en una cola.
II
Cuando se nos pase el asombro.
Cuando ya no tengamos ánimos para buscar nombres jocosos.
Cuando el ‘ameizin’ no sea suficiente.
Cuando ya el ingenio no nos dé para inventarle apelativos al ¡no puede ser!
Cuando los adjetivos graciosos no nos sirvan, no nos alcancen para nombrar tanta vida miserable.
Tal vez entonces…

31 de enero, Maracaibo. Sábado 6 pm. La cola para entrar al supermercado ¿Cuál fue el #malparío miinistro que dijo que las colas han disminuido?

31 de enero, Maracaibo. La cola para uno de los comercios fascistas que esconden la comida para desestabilizar.
¡Ah, no!
Es para un Abasto Bicentenario.

3 de febrero, Maracaibo. Si el régimen venezolano pusiera la mitad del empeño e inventiva que pone en vejar a la gente, en tratar de resolver los problemas, Venezuela sería otra.
Todos los días uno se entera de una humillación nueva a la gente pobre que no gana para pagar productos bachaqueados ni para disgustos.
Ya no es solo la humillación de pasar horas a pleno sol en una cola en la calle. Ahora, de nuevo, hay dos filas, una para quienes van a comprar más de 500 bs y productos a precios regulados y otra para sólo compras de regulados. Las dos duran horas y hoy me enteré que la gente debe entregar su cédula al funcionario de la cola al momento de recibir el número de la cola y sólo cuando ya va a acceder al supermercado, se la devuelven.
#VayaPalaMierda

3 de febrero, Maracaibo.
6:30 de la tarde.
El sol ya está dando los últimos estertores del día.
Sus rayos se debilitan velozmente.
El cielo se colorea de un asqueroso y húmedo gris.
No hay belleza en el atardecer de hoy.
Si la hubiera,
Quienes, como el día, languidecen en una cola para comprar lo que sea que llegó al súper,
No la notarían.
Para ellos no hay belleza.
Solo cansancio,
Hastío,
Sudor…
Y la esperanza de en algún momento llegar a casa.
5 de febrero, Mérida
Esta llega de #Mérida
Imagen que se repite en todo el país.
Colas, colas y más colas.
Un país en ruinas
Y toda la fuerza y productiva en la calle
Literalmente en la calle.
No produciendo, no.
En largas colas de horas improductivas
Tiempo gastado en comprar papel tualé, Harina Pan, jabón.
Un país en ruinas y parado en una cola.

5 de febrero, Mérida
Esta llega de #Mérida
Imagen que se repite en todo el país.
Colas, colas y más colas.
Un país en ruinas
Y toda la fuerza y productiva en la calle
Literalmente en la calle.
No produciendo, no.
En largas colas de horas improductivas
Tiempo gastado en comprar papel tualé, Harina Pan, jabón.
Un país en ruinas y parado en una cola.


6 de febrero, Maracaibo.
Ahí están.
Como todos los días.
Con sus caras mustias a pleno sol de las 11 de la mañana.
En una #cola infinita de hambre.
Una cola que pareciera ser la misma de hace una semana,
De.hace un mes.
La cola para un kilo de leche,
Un pote de champú,
Cuatro rollos de papel tualé, un paquete de pañales…
Ahí están, perdiendo su vida en una cola
Mientras el país se termina de ir al foso.

10 de febrero, Maracaibo.
A sus espaldas
Un hermoso atardecer de tonos metálicos anuncia que el día llega a su fin.
Ellos no lo ven.
No sienten ningún éxtasis al contemplar esos hilos de oro y plata que bordan las siluetas de las nubes.
Sólo miran a la puerta del supermercado y al reloj: 6 pm.
Pasan el niño de un agotado brazo al otro.
Apoyan el hastío ora en una pierna, ora en la otra.
Indiferentes a los arreboles que se van formando en el horizonte.
Solo piensan en que cuando salgan de esas interminables colas ya será oscuro.
Saldrán con el cansancio y el miedo en el cuerpo, con sus bebés en brazos a enfrentarse a los peligros de la noche.
Con una oración en la boca,
Pedirán llegar a casa físicamente ilesos
Aunque en el alma llevan una nueva cicatriz.

13 de febrero, Maracaibo.
Vistos desde las alturas,
Con sus sombrillas,
Con sus sombreros de cartón que no logran burlar el incandescente sol marabino de mediodía,
Sus rayos sofocantes te abrasan por cualquier resquicio,
Parece, efectivamente, una hilera de laboriosas hormigas.
Bachacos…
Una fila de pequenas hormigas empeñadas en cargar sobre su lomo un peso que cada vez se hace más insostenible,
Insoportable.
Un peso físico que agota y amarga,
Pero también un peso en el alma, en la autoestima,
Ese no se alivia al dejar la carga en la despensa.
Ese peso quedará, corroyendo aún mucho tiempo despues…

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