Un domingo cualquiera...

Por Especialistamike

Playa de Mioño


El día de hoy (15 de agosto) tenía visos de convertirse en un domingo cualquiera, uno de esos en los que no hay prácticamente nada que hacer, salvo holgazanear y pasar el día tirado en casa.  A la playa  podíamos ir, porque el día ha amanecido dubitativo, con ratos de sol alternándose con momentos en que las nubes cubrían todo e incluso hacia fresquito. Incluso alguna que otra gota me ha caído a mi esta mañana. En fin, que nos ha dado el arrebato, me he acordado que en Laredo suelen poner a estas alturas de verano la Feria del Libro Usado y de Ocasión, y allá que nos hemos marchado a ver si pescábamos algo. Y efectivamente, siempre encontramos algo, así que nos hemos venido con seis libros debajo del brazo. Yo he encontrado estos tres:

 El primero es el ensayo "Frankenstein: el Mito de la Vida Artificial", un recorrido por el mito de Frankenstein a lo largo de la literatura y el cine. El segundo es "Drácula Desencadenado", una historia mezcla de ciencia ficción y fantasía gótica obra de Brian W. Aldis, y por último "El Ciclo de Dunwich", nueve historias ambientadas en el universo de H.P. Lovecraft, incluyendo el relato que da nombre al volumen. Todo ello por la módica cantidad de diez euritos de nada. ¡¡Me encantan estas ferias!!

Más playa de Mioño

Y luego hemos decidido volver a Mioño para comer en el asador/merendero argentino Rocamar, que se eleva sobre la Playa de Mioño y desde donde hay unas vistas impresionantes (la imagen que abre la entrada y la que hay sobre estas líneas son muestra de ello...). Y bueno, qué decir de la comida argentina... Eva ha pedido un plato combinado enorme, y yo una ración de costilla de ternera, a la brasa, como mandan los cánones de la cocina argentina,  que casi no he podido acabar. De postre una Tarta Tres Leches y yo un aajor Havanna. Todo estaba de muerte, y pienso volver más veces porque no está mal de precio y se come bastante bien en cuanto a cantidad, calidad y todo. Hasta el servicio ha sido majo y nos han tratado muy bien. Os dejo con una foto de la ración de costilla. Ojo que en la foto falta un cacho como los dos que veís, que ya estaba en mi plato...

Y bueno, quería dejar claro que con semejante atracón de carne, ahora sí que la cosa se está convirtiendo en una tarde de domingo cualquiera. Servidor se va a echar una pequeña siesta, y después echaré un vistacillo a los libros que he comprado pero, eso sí, bien cómodo en el sofá de casa. ¡¡Que paseís una buena tarde de domingo!!