Dentro del giro que pretendo dar al blog para que sea coherente con mi estilo de vida y valores, está la idea de compartir con vosotras momentos sencillos, pero especiales. Son esos días de más tiempo libre que dedico a organizarme, disfrutar de los pequeños detalles y, cómo no, de mi gente.Espero que os guste y sea inspirador para que vuestros propios días estén llenos de detalles bonitos y sencillos.
Me gusta ir paladeando detalles bonitos y los comparto por Stories como una forma de motivarme a valorar, y compartir. A la vuelta tocó lidiar con responsabilidades domésticas, eso es algo que no se puede negar, pero también hubo un buen rato para salir en familia a compartir tiempo, charlas y cariño. Los domingos me gusta optar por un estilo cómodo y relajado, y aunque no me gusta salir “en chándal”, los leggings sí son aliados estupendos para estos ratitos.
Cuando salimos, suelo aprovechar también para hacer algún look para el blog: así me cunde más el tiempo y disfruto del maquillaje, a la vez.
¿Qué comer? Ya sabéis – también suelo compartirlo por Stories – que a la mañana o a la tarde aprovecho dos o tres horas para hacer comida casera que me permita organizar los primeros días de la semana sin agobios y con más tiempo para mis cosas. Ese día hicimos para almorzar empanadillas caseras con ensalada (rúcula, canónigos, cebolla, anchoas y queso fresco, riquísima).
A la izquierda, las albóndigas y a la derecha, la cena que os cuento ahora mismo.
Por supuesto que si queréis alguna receta paso a paso, solo decirlo. ¿Qué hacéis vosotras los domingos?
¡Besos!