Un paseo de Domingo por el Casco Antiguo de la Ciudad es algo que hay que hacer de vez en cuando y cuando un buen café se une, la experiencia suele ser fantástica.
Ya hacía un buen rato que no salía a "turistear" por el Casco Antiguo. Recorrimos gran parte de sus calles adoquinadas y nos mezclamos con los turistas para disfrutar otra cara de la ciudad de la que no vemos muy a menudo.La amabilidad del panameño sigue estando presente y eso me llena de alegría. Me sorprendí de la gran variedad de cafés y restaurantes que hay en el área, de todo tipo, para todos los gustos y para todos los bolsillos.Y mientras la lluvia amenazaba, entramos al Caffe Per Due en donde me comí una deliciosa pizza Amalfi con cebolla morada y queso Fetta la cual recomiendo 100%.Las primeras gotas caían y los relámpagos anunciaban que no se trataría de una lluvia pasajera. Sin poder salir del café, pedimos un Cappuccino y una Chocalatina realmente deliciosos.El lugar es pequeño pero los dueños se esmeran en dar el mejor servicio, y aunque el Primer Ministro hizo desastres nunca pusieron mala cara. Deben estar acostumbrados a tener ese tipo de clientes.