Si Boca es hoy en día ejemplo en lo que respecta al rescate y la preservación de su historia, mucho tiene que ver con ello su dirigente Sergio Brignardello. Un hombre apasionado por la historia de su club y la del fútbol argentino en general, a quien tuve oportunidad de conocer en 2006 cuando participó por primera vez de mi Taller de Investigación Histórica sobre Fútbol.
Por entonces, la entidad de la Ribera no tenía aún un área dedicada a obtener, clasificar y poner en valor documentos históricos y publicaciones antiguas como actualmente la tiene, en gran parte por la insistencia de este amigo "xeneize" por preferencias futbolísticas pero también por esas raíces itálicas que no deja de reivindicar, alternando su pasión boquense con la que siente por el Genoa.
Claro que tal reivindicación no le impide estar enamorado de su barrio, San Cristóbal, sobre cuya historia futbolera hicimos una investigación que nos permitió arribar a muy interesantes hallazgos cuando entre marzo y junio de 2017 volvió a participar del Taller. Esta vez, con su hijo
Gianluca, ya en Entre Tiempos e integrando un grupo inolvidable tanto por la capacidad de sus integrantes como por el gran clima de trabajo que se generó entre ellos.Aquí, el balance de Sergio, quien al menos por sus dichos parecería ser gran candidato a batir el récord de participaciones de una misma persona en el Taller realizándolo por tercera vez. Por supuesto, será un gran gusto si ello se da, como ya fue un gusto contar con un participante tan productivo e inquieto en lo que a generar iniciativas relacionadas con la historia del fútbol se trata.
Justamente, vale destacar que, por si lo que hace en Boca fuera poco, hoy Sergio también demuestra esa proactividad que lo caracteriza asumiendo la representación de su club en las reuniones que dirigentes e historiadores vienen manteniendo mensualmente dentro de la AFA como parte de la nueva comisión de Historia de la entidad. Una plataforma para la generación de actividades que darán mucho de qué hablar en un futuro nada lejano, y que, como no podía ser de otra manera, viene teniendo en él a uno de sus propulsores más apasionados, pensantes y solidarios.
Con ustedes, en definitiva, Sergio Brignardello. Alguien a quien, más allá de cualquier diferencia, siempre será un orgullo tener como "egresado" del Taller. Y, sobre todo, como amigo.