Revista Ciencia

Un estilo de vida activo físicamente reduce sustancialmente el riesgo de desarrollar ansiedad

Por Davidsaparicio @Psyciencia

Practicar actividad física regularmente tiene un gran poder preventivo para la salud mental. Investigaciones han dado cuenta de sus beneficios respecto de la depresión y las enfermedades mentales en su conjunto. Y ahora se suma el hallazgo de un estudio reciente que encontró que la actividad física regular puede disminuir el riesgo de ser diagnosticado con un trastorno de ansiedad (Svensson et al., 2021).

Qué metodología usaron

Los investigadores siguieron a 197.685 personas que participaron en la carrera de esquí de larga distancia más grande del mundo, un evento llamado Vasaloppet. Su objetivo era estudiar la asociación entre un estilo de vida físicamente activo y el desarrollo futuro de trastornos de ansiedad en hombres y mujeres.

Investigaciones anteriores habían indicado que la mayoría de los esquiadores de Vasaloppet hacen ejercicio durante al menos 4 horas a la semana y tienden a presentar un mayor nivel de condición física que la población general. Los esquiadores se emparejaron con un grupo de control de 197.684 personas. El equipo utilizó información proveniente de las Estadísticas de Suecia y del Registro Nacional de Pacientes de Suecia, que rastrea datos socioeconómicos y recopila información sobre diagnósticos psiquiátricos y médicos, respectivamente.

Qué encontraron

El grupo con un estilo de vida más activo físicamente tenía un riesgo casi 60% menor de desarrollar trastornos de ansiedad durante un período de seguimiento de hasta 21 años. Esta asociación entre un estilo de vida físicamente activo y un menor riesgo de ansiedad se observó tanto en hombres como en mujeres.

Los resultados se mantuvieron incluso después de excluir a las personas que fueron diagnosticadas con trastornos de ansiedad dentro de los primeros 5 años después de la inclusión del estudio. Esto ayudó a descartar la causalidad inversa (que la ansiedad impide que las personas realicen actividad física, en lugar de que la actividad física prevenga la ansiedad).

Los hallazgos están en línea con el trabajo anterior de los investigadores, que encontró que los esquiadores tenían una menor incidencia de depresión en comparación con el grupo de control de no esquiadores (Svensson et al., 2019).

Otro hallazgo importante es la diferencia encontrada entre esquiadores masculinos y femeninos en la relación entre su desempeño y el riesgo de desarrollar ansiedad. Entre los hombres, el nivel de rendimiento físico no afectó el riesgo de desarrollar ansiedad. Sin embargo, entre las mujeres, el grupo de mayor rendimiento tenía casi el doble de riesgo de desarrollar trastornos de ansiedad en comparación con el grupo que estaba físicamente activo en un nivel de rendimiento más bajo. Es importante destacar que el riesgo total de desarrollar ansiedad entre las mujeres de alto rendimiento era aún menor en comparación con las mujeres más inactivas físicamente en la población general.

Esto sugiere que la recomendación de realizar actividad física para reducir el riesgo de ansiedad es de gran valor tanto en hombres como en mujeres, aunque el nivel de intensidad óptimo puede diferir.

Los investigadores controlaron por edad, sexo y educación. Sin embargo, el estudio no estuvo libre de limitaciones. Los autores mencionan que no pudieron investigar los mecanismos detrás de los posibles efectos protectores del ejercicio sobre el desarrollo de la ansiedad. Además, el estudio no controla los rasgos de personalidad, la dieta y otros hábitos de estilo de vida que pueden estar relacionados con un estilo de vida activo.

Finalmente, señalan que es probable que las conductas de ejercicio y los síntomas de ansiedad se vean afectados por factores genéticos, psicológicos y de personalidad, factores de confusión que no fueron posibles de investigar en esta cohorte. Se necesitan estudios que investiguen los factores impulsores detrás de estas diferencias entre hombres y mujeres cuando se trata de conductas de ejercicio extremo y cómo afecta el desarrollo de la ansiedad.

Referencias bibliográficas: 

  • Svensson, M., Brundin, L., Erhardt, S., Hållmarker, U., James, S. y Deierborg, T. (2021). Physical Activity Is Associated With Lower Long-Term Incidence of Anxiety in a Population-Based, Large-Scale Study. Frontiers in Psychiatry. https://doi.org/10.3389/fpsyt.2021.714014
  • Svensson, M., Brundin, L., Erhardt, S., Madaj, Z., Hållmarker, U., James, S., y Deierborg, T. (2019). Long distance ski racing is associated with lower long-term incidence of depression in a population based, large-scale study. En Psychiatry Research (Vol. 281, p. 112546). https://doi.org/10.1016/j.psychres.2019.112546

Fuente: Psypost

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