Investigadores del Instituto de Oceanografía de la Universidad de California, en San Diego, han descubierto que, a pesar de lo que creían al principio del experimento, los peces de aguas más contaminadas por CO2, desarrollan más los huesos de los oídos.
Según el autor principal del estudio, David Checkley, "desconocemos hasta qué punto esto resulta perjudicial para el comportamiento o la supervivencia de los peces, pero las anomalías tienen el potencial de tener efectos nocivos".
El incremento atmosférico del CO2 afecta también a las concentraciones de dióxido de carbono en los océanos. El próximo paso de los investigadores es comprobar si estos problemas ocurren en otras especies, además de en las lubinas blancas con las que se experimentaron y averiguar si estas variaciones estructurales influyen en la vida de todos los peces.
Fuente: GEO
Pero... ¿en qué estamos pensando?
¿Qué tipo de planeta queremos para nuestros hijos?
¿Te has parado a pensar en cuál será el futuro que les espera a los nietos de tus nietos?
Ahora es el momento
¡Actua ya!