Un final para Rachel~ Jesse Andrews ~
288 páginas || 16'95€ || Nube de Tinta
Rústica con solapas || 9788415594567
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Greg Gaines tiene diecisiete años, un aspecto que deja mucho que desear y una coraza con la que se protege del mundo. Lo que mejor define su personalidad es una mirada autocrítica y una actitud sarcástica hacia los demás. Su único amigo es Earl Jackson, un chico bastante desabrido, malhablado y con una situación familiar difícil. Los jóvenes nihilistas comparten una pasión por los videojuegos y, sobre todo, por el cine y dedican gran parte de sus tiempo libre a hacer remakes de su películas favoritas. Todo cambia en la vida de Greg cuando su madre le obliga a visitar a Rachel, una chica con leucemia con la que el muchacho tiene un pasado común.
Tienes que coger las riendas de tu propia vida o empezarás a hacer lo que quieren los demás y no lo que quieres tú.
Llevaba con el ojo puesto en este libro desde hace un tiempo, antes de que lo publicaran en España, y cuando me enteré de que lo traerían supe que tendría que hacerme con él. Y aunque había leído opiniones muy variadas, pero casi todas ellas tirando a flojas, sentía mucha curiosidad por su historia. Así que el pasado mes de octubre, aprovechando que estrenarían su película -que aún no he visto-, decidí leerlo.
El protagonista y narrador de la historia es Greg Gaines, un chico que se encuentra en su último año de instituto antes de pasar a la universidad, y que es un gran apasionado del cine. Su mayor hobbie es hacer sus propias películas, donde cuenta con la ayuda de su mejor amigo Earl, un chico de familia numerosa -y con miembros algo problemáticos en la misma-.
Por otro lado aparece Rachel, una chica de la misma edad de Greg y de Earl, que comparte clases con ellos y que de buenas a primeras empieza a formar parte de la vida de ambos, sobre todo de la de Greg. Y es que a Rachel le han diagnosticado leucemia, y la madre de Greg le obliga a ser su amigo para apoyarla en estos momentos tan duros.
Lo que más me ha llamado la atención de Greg ha sido su inmadurez. Me ha parecido un personaje bastante infantil al que lo único que le preocupa es llevarse y caer bien a todo el mundo, motivo por el cuál no quiere formar parte de ningún grupo ni sentarse en ninguna mesa en el comedor, por el qué dirán el resto si me ven con Fulanito o Menganito. A parte de lo insensible que me ha resultado con respecto a la enfermedad de Rachel.
Total. Si esto fuera un libro al uso sobre una chica con leucemia, seguramente llenaría páginas y más páginas sobre todas las cosas profundas que Rachel decía mientras se iba poniendo cada vez más enferma, y seguramente nos enamoraríamos el uno del otro y viviríamos una historia de amor de las que te marcan para toda la vida, y acabaría muriendo entre mis brazos. Pero no me apetece mentiros. Rachel no tenía nada profundo que decir, y desde luego no nos enamoramos el uno del otro.
Porque si algo peculiar tiene esta historia es la forma en la que se trata una enfermedad como es la leucemia. Y es que Greg no sabe cómo tiene que comportarse con respecto a Rachel, no le sale de dentro preocuparse por ella, visitarla, pasar tiempo juntos, intentar animarla, sino que lo hace por obligación. Esto es algo que me ha llamado mucho la atención, y por un lado me ha gustado, puesto que el tema se trata de otra forma distinta a las habituales, pero por otro lado -y como he dicho anteriormente- me ha parecido totalmente insensible e inhumano la falta de sentimientos del protagonista en más de una ocasión con respecto a su amiga.
La historia está narrada de una forma bastante peculiar, puesto que algunos capítulos están narrados de forma normal y otros en forma de guión de cine, es decir, que según qué capítulos va variando la narración en los mismo. Pero una cosa que tienen en común ambas narraciones es la rapidez con la que se leen, puesto que no son capítulos demasiado extensos.
Sabía que se estaba muriendo pero hasta entonces no había caído en la cuenta de que se iba a morir, no sé si me explico. Quiero decir, puedes saber que alguien se va a morir en el plano intelectual, pero sin que te afecte emocionalmente porque todavía no lo has asimilado, y cuando lo haces te quedas hecho polvo.
En cuanto al estilo de Jesse Andrews, lo cierto es que no me ha disgustado. Tiene una forma muy sencilla y ágil de contar la historia de Greg, Earl y Rachel, y eso me ha gustado. No dudaría en volver a leer algo suyo en un futuro.
Respecto al final, por una parte me ha sorprendido. Aunque se veía venir a lo largo de la historia, lo cierto es que me ha sorprendido porque esperaba un final menos duro, pero no por ello me ha disgustado.
Un final para Racheles un libro distinto y peculiar que trata de un tema bastante común pero con un enfoque totalmente original y distinto hasta el ahora visto. Una historia entretenida que me ha sorprendido por su narración y me ha dejado algo fría con respecto a los sentimientos del protagonista.