Desde hace unos 8 años visito a un niño magnífico con unos padres encantadores a los que la ruleta de la vida les concedió de golpe, de una tirada y sin ayudas de ningún tipo unos trillizos, dos hembras y un varón. Como podrán comprender el revuelo ha sido impresionante. El otro día, tras salir de la incubadora, los visité en la consulta y el hermano mayor vino acompañándoles haciendo de porteador de trastos. Es listo como el diablo y le pregunté: "Qué tal con los hermanos, ¿mucho trabajo?" y con cara de pillo me contestó: "No, muy bien, e incluso gano dinero?". Me quedé sorprendido le pregunté que hacía para lograr sus ingresos. "Muy sencillo, como han de venir las abuelas a ayudar a mis padres, les alquilo mi cama y mi habitación a medio euro la noche". ¡Chapeau!
Como ven el "pájaro" apunta maneras pero el negociete se cerrará en breve porque los padres se trasladan en lo que queda de verano a Agramunt, población en la que residen los abuelos, e ignoro si éstos le cobrarán al jovenzuelo por su estancia a pan y cuchillo .