Un gigante de la educación, hmno. jaime estruch, 98 años llenos de vida al servicio de la juventud

Semblanza del Doctor y Hermano Jaime Estruch Argelaga
"Para mí, Jesús de Nazareth hijo de María y José, en su vida humana presentada en el Evangelio, ha sido la única Teología que he seguido para formular mi vida religiosa y servicio pedagógico" - Jaime Estruch 

Jaime Estruch Argelaga, religioso de la Fraternidad de los Hermanos de las Escuelas Cristianas de San Juan Bautista de La Salle, nació en Prat de Llobregat, Barcelona, España, un martes 25 de enero de 1915. Quedó huérfano de padre y madre a temprana edad, por ello permaneció al cuidado de la hermana menor de su madre. 

Su primera educación la realizó en un internado. El 1 de junio de 1927 ingresa al Noviciado Menor de los Hermanos de La Salle en Premiá del Mar y luego en Lembecq. En 1931 pasa al Noviciado Mayor en Lembia-Lez-Hal (Bélgica), donde recibe los hábitos de los Hermanos de La Salle y adopta el nombre de José Benjamín. 

Luego, en 1932 estudia en el Escolasticado de Beltange en Luxemburgo, obteniendo el Brevete Primario para la enseñanza, destacando en Historia, Geografía y Ciencias Naturales. En 1934 se gradúa en Metz (Francia), con el Brevete para enseñanza secundaria. Un mes después, a los 20 años, fue asignado para trabajar en Arequipa, Perú, donde revalidó su Brevete como Profesor Secundario, país en el que permaneció todo el resto de su vida. Se jubiló en 1990, al cumplir 75 años, retornó por dos años a Barcelona, de regreso fue asignado como Hermano Asesor, para hacer luego únicamente vida en comunidad.

Su actividad pedagógica, pública y privada, la desarrolló de 1935 hasta 1970, en Colegios de la Congregación y Escuelas Normales del Estado, muchas de las cuales reformó y reestructuró por encargo del Gobierno. Participó también en la formación de hermanos en el Escolasticado de la Congregación de La Salle. 

Es meritorio mencionar que en 1943, inició sus estudios en la Facultad de Biología de la Universidad Nacional de San Agustín, donde se graduó como Doctor en Ciencias.
Dos hechos anecdóticos en la vida del Dr. Estruch fueron el que a partir de 1952 nació su afición por la acuarela junto a su amigo y guía, Manuel Morales Guzmán, quien era profesor del Colegio Nacional de la Independencia Americana, desde esa oportunidad, se dedicó a la pintura todos los sábados; y en 1970 siendo Director de la Normal de Tingua, a 6km. de Yungay, vivió en carne propia el terrible terremoto del Callejón de Huaylas. 

El Doctor y Hermano Jaime Estruch Argelaga, como continuación de su brillante trayectoria magisterial, ingresa a la docencia santamariana en 1971 para hacerse cargo de la asignatura de Pedagogía. En 1973, se reorganiza la Universidad y se le encarga la Jefatura de Departamento en el Programa de Educación.

Desempeñó la docencia en las Carreras Profesionales de Educación, Teología y Enfermeria. Colaboró en la preparación de docentes de la novísima Facultad de Odontología mediante un curso de Metodología Didáctica por encargo del Dr. Héctor Guillén, fundador de la Facultad. Durante los Rectorados de los doctores Eusebio Cardeña Rivera y Máximo Gamero Rivera, colaboró en la formación didáctica y pedagógica de los docentes.

Asumió brevemente el cargo de Vicerrector Académico, en reemplazo del Dr. Gustavo Quintanilla Paulet en 1985. Fue Decano de la ex Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades, Miembro del Concejo Universitario y de la Asamblea Universitaria, durante dos periodos.

Cuando tenía 75 años, un 31 de marzo de 1990 cesó a su solicitud a partir del 1 de abril en la condición de docente Principal y régimen de dedicación a tiempo parcial, adscrito al Departamento Académico de Humanidades y Educación. Meses después fue declarado Profesor Emérito de la Universidad, y se le otorgó las Palmas Magisteriales del Perú y la Medalla de Oro de la Ciudad.
Su vida presenta diferentes facetas, fue un gran cultor de la pintura, periodista, académico, pero por sobre todo, maestro de innumerables promociones, asumiendo a plenitud el carisma de Juan Bautista de La Salle, decía: "Somos una congregación docente y nuestro apostolado está en las aulas"

El Dr. Estruch siempre será recordado por su disciplina personal: orden, puntualidad y pulcritud; por sus habilidades intelectuales: precisión y lógica de pensamiento; por su amplia cultura universal, profesional y de especialidad; y por su presencia moral, en donde la fidelidad a los principios y la persuasión mediante el ejemplo eran cotidianos. Tuvo una personalidad fuerte y recia, cuyo tono de voz reflejaba lo convincente de sus argumentos y pensamiento. Fue un maestro a carta cabal, amigo franco, leal y sencillo, en quien la comprensión, el aliento y consejo nunca faltaban. Sus exalumnos lo recuerdan con afecto y expresan hacia su figura, reconocimiento, agradecimiento y elogio.

Su producción intelectual fue amplia: Libros, artículos, folletos; destacando los textos para educación secundaria: "Tú y la Naturaleza", "Anatomía", "Zoología" y "Botánica", textos universitarios: "Reflexiones Pedagógicas", "El Vademecum del Normalista", "Didáctica", "Pedagogía" "Antropología Pedagógica"; y de temática diversa: "El Profesor", "Juan Bautista de La Salle: Pedagogo del S. XVII", "La Filosofía" en la Vida Humana", "Formación Magisterial Peruana Lasallista", "Paisajismo Arequipeño", entre otros.

El Dr. Estruch, falleció el 29 de abril último en la residencia de la Comunidad del Colegio de La Salle, a los 98 años de edad. Un día después recibió un homenaje póstumo, en donde el Dr. Julio Paredes Núñez, Director de la Escuela de Postgrado de la UCSM, en representación de la Comunidad Santamariana dirigió algunas palabras, entre ellas dijo: "…Gracias Jaime por habernos entregado toda y lo mejor de tu vida, en bien de la educación de las nuevas generaciones, de seguro que tu vida y obra inspiraran un conjunto de reseñas, ensayos e investigaciones, que profundicen tu pensamiento, tu esencia de maestro y tus cualidades de hombre de bien, intelectual y académico. Bueno Jaime, maestro y amigo entrañable, ya habrá oportunidad para seguir conversando, como lo hicimos tantos años. A nombre las Autoridades de la Universidad y de todos los Estamentos Universitarios Santamarianos, te decimos: gracias y descansa en la paz del Señor, siempre te recordaremos como parte de nuestra Alma Mater".

El sepelio de sus restos tuvo lugar en el Cementerio La Apacheta de Arequipa.