Como bien sabe mi querida Lau, me encantan los globos, y me pareció lo más monísimodelamuerte mezclar globos y bebés. Así que compré una cesta, conseguí unos trapos, unos globos gigantes, cuerda y... "Papáaaaaaaa ¿me ayudaaaaas?"
Estuvieron toda una tarde mi madre y él forrando de papel maché el globo gigante del chino para cuando secara pincharlo y que quedara la forma lista para pintar, pero cuando se iban a acostar... ¡pum! Adiós globo.
No quedaba tiempo de reacción y hubo que echar mano de las famosas lámparas de papel. No era lo deseado, pero bueno, Noa y su prima Inés pudieron pasear en globo un ratito :)
Descubrí que tengo algo con los pies de los bebés (¡me encanta! y mira que los de los adultos no me gustan!) y que a una niña de dos meses le puedes poner las poses que quieras mientras duerme, y que a la de seis le puedes poner un tutú y está para comérsela!
Ya os enseñaré más fotos, que la mami homenajeada aún no ha visto su álbum y, como comprenderéis, tiene prioridad, pero sin duda creo que las más bonitas son las fotos en las que salen ella y su chico con Noa. La mirada de él a la cría y de ella a él... Pfff!!! Pelos de punta!
La verdad es que las dos son tan ricas que me las habría echado al bolso. Pero su abuela Carmina estaba muy pendiente! :)
Las sesiones con bebés son largas e inciertas. Cada uno es un mundo, tienen necesidades... En fin, que requieren mucho tiempo y paciencia. Lo bueno es que, como premio, les ves sonreír al soñar.
Tenemos pendiente sacar hacer el globo en condiciones y sacarlo a la calle, que es lo suyo, ¿verdad?
¡Haceos un miércoles de cine!