Revista Opinión

Un gobierno antisistema, o cómo los “antisistema” mantienen al gobierno

Publicado el 16 diciembre 2013 por Lengua_de_brujo

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Cuanto más daño está haciendo el PP con sus políticas antisociales, recortes de derechos, privatizaciones encubiertas o no, laminación de la municipalidad, etc, y cuando la izquierda alternativa hace políticas de convergencia social, de cambio de la realidad sociopolítica, con protestas y también con propuestas, más se recrudecen las acciones violentas como consecuencia del binomio acción-reacción, perfectamente trazado desde las esferas de poder y en el que los grupúsculos de la ultraizquierda navegan a sus anchas.

De un tiempo a esta parte estamos asistiendo a una serie de concentraciones y manifestaciones convocadas desde ámbitos apartidistas, supuestamente superadores del “orden establecido” con consignas y lemas tan amplios que cualquier persona sea del espectro ideológico que sea puede sentirse a sus anchas, desde el “sí se puede” de Barak Obama, personaje como poco controvertido, al “abajo el régimen” supuestamente de izquierdas pero en el que se sienten muy bien extremistas de uno y otro signo.

 El carácter político de estas movilizaciones es evidente, no lo es sin embargo el objetivo de las mismas, es por ello que de un tiempo a esta parte, primero están perdiendo el mismo objetivo de movilización de masas y por otro la radicalización de estas movilizaciones hacen que lo único que salte a la vista es como acaban, con pequeños gruposo bien enfrentándose entre sí o en la mayoría de las veces con disturbios que muy pocos entendidos entienden pero que a la masa social que se dice representarecha para atrás. Al gobierno del estado le interesa y mucho que todo este tipo de movilizaciones acaben de esta forma, que acaben a “lo cojo manteca” violencia y furia porque sí, de esta manera el ministro del interior justifica y da otra vuelta de tuerca más en su represión contra todo lo que se mueve.

 Al gobierno le interesa que en las manifestaciones y concentraciones estos grupos actúen impunemente y si no lo dinamizan con los famosos “secretas”, para así de esta forma justificar todos y cada uno de los atropellos que están dirigiendo contra la clase trabajadora, y el problema es que quién convoca no tiene ni la más mínima idea, porque entre otras cosas lo consideran parte de su movimiento, de cómo frenar este tipo de actuaciones.

 Porque si no, no se entiende cómo es posible que esto ocurra en todas y cada una de estas concentraciones y manifestaciones. ¿Tan difícil es organizar un servicio de orden?, ¿tan difícil es con un servicio de orden organizado aislar y expulsar de los cortejos a estos grupúsculos?, porque una vez aislados y expulsados es más fácil de evitar las actuaciones indiscrimadas de las “fuerzas del orden”, porque estas fuerzas saben muy bien quiénes son y cómo se organizan, es más saben perfectamente dónde darán los “saltos” como hemos visto en infinidad de videos y fotografías como son ellos mismos los que inician este tipo de provocaciones.

Habría que preguntar hasta qué punto quiere el gobierno que las protestas acaben radicalizándose cada vez más, hasta dónde está dispuesto a llegar sin querer negociar absolutamente nada, si al gobierno le interesa seguir este camino de acción-reacción-represión que puede acabar en hechos nada agradables para nadie, y lo más importante si a la izquierda alternativa le interesa aparecer ante la sociedad como lo que realmente es o como comparsa en el que infiltrados de todo tipo actúan a favor de intereses expúreos y que todo el mundo sabe como va a acabar cualquier tipo de movilización que convoque cayendo a la larga en un océano de grupúsculos irreconciliables entre sí y mínima repercusión social.

Esperemos que la izquierda deje de dar saltos al vacío y deje de hacer el juego sucio por ejemplo de los nacionalismos excluyentes, y recupere las propuestas nacionales de partidos como el PSUC, ese sería el camino, mayorías sociales para cambios políticos y sociales.


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