La sorpresa es mayúscula porque se esperaba, como mucho, que los votos de Podemos apoyaran la investidura de Susana Díaz, pero no que el nuevo partido se integrase en el gobierno y que ocupara la vicepresidencia, cuya titular sería Teresa Rodríguez, y varias consejerías, como se afirma con insistencia.
Muchos sospechan que el insistente rumor sobre el inminente acuerdo entre Podemos y el PSOE andaluz para gobernar sea otra de las manipulaciones contra Podemos, pero si ese pacto llegara a fraguarse se trataría, a todas luces, de una alianza "contra natura" porque Podemos nació para combatir el bipartidismo y todo lo que el PSOE representa: corrupción, sumisión al sistema financiero, desprotección de los débiles y otros mil rasgos de esa "vieja política" injusta que los españoles rechazan y frente a la cual Podemos se alzó con ilusión y éxito electoral.
Los principales beneficiados por esa posible alianza para gobernar serán, sin duda alguna, el PP y Ciudadanos, sobre todo este último, que destacará como el único gran partido nuevo que todavía encarna aires de renovación y cambio en el deteriorado panorama político español.
El empujón que recibiría Ciudadanos si cuajara un gobierno PSOE-Podemos en Andalucía sería tan potente que hasta podría catapultarle a ganar las próximas elecciones generales, relegando al trio PP-PSOE-Podemos, que quedarían como representantes de la España actual, corrupta, arbitraria, injusta y con partidos políticos y políticos que anteponen sus propios intereses al interés general y al bien común.