¿Alguien puede consentir que un ministro emprenda a huida cobarde, al estilo comadreja, de uno de los más importantes actos a los que ha de acudir, precisamente por eso, por ser ministro de cultura? Pues esa “espantá” es la que se marcó el pasado domingo nuestro huidizo ministro en la entrega de los Premios Goya, aunque de poco le valió porque igualmente le partieron más palo que a una estera. Y la verdad es que motivos no les faltaban a los sacudidores.
El señor Wert, con su cómico episodio huidizo pretendía que no le coloreasen la cara por
Igual Wert cree que huyendo a Londres para asistir ¡EL DIA DESPUÉS! (seguramente este hombre todavía viaja en diligencia) a una “importante reunión” hacía olvidar la masacre cometida en educación, intentando hacernos tragar una reforma educativa,
Por otra parte, no tengo muy claro que hacía este señor en Londres si se empeña en su particular cruzada contra las becas Erasmus. Como si quisiese que nuestros estudiantes no se relacionasen con el resto de Europa, como si pretendiese hacernos volver a la autarquía de otros tiempos.
Esta vez me quedo con la calificación de Javier Bardem, estamos ante un ministro de ANTI-cultura empeñado duramente en la idiotización de nuestros hijos. Pero el problema no es el señor Wert, el problema es su jefe que lo mantiene en el cargo, que lo alienta con declaraciones, día si día también y que además de a este señor, mantiene y refuerza a personajes como Gallardón. Por tanto, la pregunta es, una vez más, ¿que pretende hacer el señor Rajoy con nosotros? Miedo tengo.