Carretillas TR es consciente de esta necesidad y dispone de un producto innovador que garantiza estos dos aspectos en el sector de la maquinaria pesada. Se trata de un GPS cuya función es controlar todos los movimientos de cualquier tipo de carretilla.
“Una vez prueban este sistema tecnológico, el grado de satisfacción del cliente crece”, explica Xavi Cabané, director de Carretillas TR, que también explica como “la implicación por obtener un mayor control y seguridad del producto y/o servicio está en el orden del día entre las empresas”.
¿En qué consiste y cómo funciona?
Se trata de un sistema GPS conectado e incorporado a las carretillas que permite controlar en todo momento el vehículo. Cada operario dispone de una llave con su propio pin que activa el GPS en el momento de arranque del motor. A partir de ahí, este sistema le ofrece una gran cantidad de datos: desde la ubicación, la ruta, el número de carretillas en movimiento, el número de carretillas activadas hasta los golpes, las incidencias y el consumo de dicha máquina. Es decir, es capaz de contabilizar cualquier tipo de movimiento de la carretilla una vez esté encendida y en pleno funcionamiento.
Además, el cliente puede acceder desde su propio ordenador y conocer estos datos al instante. En caso de problema o incidencia, la propia empresa, que gestiona este sistema, es la que se pone en contacto con el cliente y con Carretillas TR, como empresa distribuidora del servicio.
Gestión de las flotas
Carretillas TR dispone del cuadro de todas las flotas suministradas a sus clientes. Tanto si es una carretilla vendida como una en alquiler dispone del control del localizador de cada una de ellas. “Es fundamental para nosotros que el cliente sepa que estamos al corriente de la geolocalización de las carretillas y que nos preocupamos no sólo durante el proceso inicial de la transacción sino también en el servicio de postvenda”, concluye Xavi Cabané.
Sobre Carretillas TR
Carretillas TR es una empresa con más de 145 años en el mercado. Inició sus actividades en 1867, cuando todavía no existían las carretillas elevadoras actuales y el carbón se transportaba todavía en carros para el suministro de gas en Barcelona. La manipulación del carbón se efectuaba desde el mismo barco o desde almacenes portuarios hasta las instalaciones de Catalana de Gas, siendo ésta la base del trabajo de la compañía durante varias generaciones en Valdemoro, Paterna y Jerez de la Frontera.