Un gran símbolo monumental de la ciudad de Úbeda.
Hoy es uno de los centros culturales y sociales más activos de la provincia de Jaén; pero antes cumplió la misión para la que fue contruido, curar o esperar un buen morir.
Su promotor fue Diego de los Cobos, obispo de Jaén y sobrino de Francisco de los Cobos, que siguió la costumbre de su familia de edificar grandes monumentos como signo de poder y perpetuidad.
Las obras comenzaron en 1562 y terminaron en 1575, y al frente de ellas estuvo Andrés de Vandelvira.
Sus dependencias más interesantes rodean el armonioso patio central. La escalera está decorada con pintural mural al igual que la sacristía.
La capilla mayor presenta una original planta, una profusa decoración y una brillante rejería.
En torno al hermoso claustro se disponen las dependencias del edificio, salas de exposiciones en su mayoría.
Todo su conjunto, incluidos los patios y jardines posteriores, es una joya del renacimiento ubetense que es de visita obligatoria en Úbeda.