Han pasado muchas cosas este fin de semana. El reinado de la bruja blanca ha iniciado su ocaso: la pérdida de Renania del norte-Westfalia, el estado federado más poblado, y de la mayoría en la cámara de landers denota la hartura, también, de la sociedad alemana, de la que aquí se habla poco, pero se habla.
Los desalojos policiales al amanecer (hoy ha sido el segundo) dan paso a un nuevo Sol, mal que les pese a algunos, que toma el testigo con mano firme y continúa brillando. Y a ese no pueden desalojarle. Iros a casa a descansar, indignados, a poner en orden las ideas que volaron esta noche en la plaza porque esto no ha hecho más que empezar. El grito mudo es el lenguaje que entienden los oídos sordos de quienes deberían estar atentos al latido social y el brillo de las palmas de las manos en alto removiendo el aire, el mejor aviso para navegantes que quieran esquivar las rocas.
Vista aérea del desalojo de Sol, esta madrugada.