Sobre el barrio de Montbau, a los pies de la sierra de Collserola, se encuentra uno de los edificios más singulares de Barcelona. Se trata del Palau de les Heures, que fue construido a finales del siglo XIX. Enfrente se extienden unos valiosos jardines, tanto por su belleza como por la vegetación que contienen, rodeados de un entorno muy arbolado.
Una de las perspectivas más bonitas de los jardines es la que se puede contemplar desde la terraza que se encuentra delante del palacio. El conjunto es de una gran armonía, con amplias escalinatas a ambos lados del edificio que, descendiendo por la montaña, permiten llegar a las sucesivas partes en que está distribuido el jardín.
Largas rampas entre los tramos de escaleras facilitan su accesibilidad, y la vid virgen y los rosales trepadores crecen por los muros donde se apoyan las terrazas y van adornando el recorrido. En los rincones, en macetas grandes de terracota lucen geranios olorosos, de flor menuda y delicada.
Cuando, paseando, se alcanza la parte más baja de los jardines, la perspectiva es tanto o más imponente que la que se puede contemplar desde arriba. El palacio se eleva al fondo, ornado por una vegetación muy espectacular, con una composición jardinera elegante y acogedora.
Las terrazas
El jardín se estructura en tres terrazas orientadas a mediodía. La más alta es ocupada por el palacio y unos primeros jardines. La segunda y la tercera que es la más grande son las que tienen mayor valor paisajístico. En ambas domina una composición geométrica de parterres, sendas y estanques, con el contrapunto vertical de altísimas palmeras y la frondosidad, entre otros árboles, de grandes magnolias y enormes castaños de Indias.
Por todas partes hay bancos para sentarse y descansar a la sombra de las copas de los grandes árboles que se encuentran en los jardines, o bien para tomar el sol, sobre todo en la primera terraza.
Vegetación
Éste es un jardín presidido por las palmeras, sobre todo Washingtonias de una gran altura y de anchas hojas en forma de abanico, y palmeras de Canarias coronadas por copas enormes. Se trata del elemento más determinante del paisaje. También se ven otras especies que cabe destacar: árboles como las magnolias, de una floración espectacular cuando llega el verano, grandes acacias, amargos naranjos, olivos y cedros altísimos, pinos, encinas y cipreses.
Los taludes son ricos en arbustos como el tino, el laurel, la gardenia, el lentisco, el pitósporo y la abelia, la mayoría de grandes dimensiones. Alrededor de los estanques crece la hiedra lozana, que también encontramos en otros lugares del jardín.
En los parterres redondos y pequeños lucen las rosas, y en los de grandes dimensiones ocho en cada una de las dos terrazas inferiores, los árboles grandes y las palmeras están rodeados de vallas vegetales de broderie delicadamente recortadas.
Arte y arquitectura
El Palau de les Heures es un edificio francamente imponente, con cuatro torres redondas coronadas por picos cónicos, al estilo de los châteaux franceses.
La reja que rodea el espacio es un exquisito preludio de lo que nos espera al otro lado. Construida con hierro forjado, su diseño evoca delicadamente la especie que da nombre al palacio y a los jardines: la hiedra.
Historia
Una de las primeras noticias que se tiene de este lugar está relacionada con un crimen pasional que parece haber sucedido en 1875 en una fuente que había en la finca llamada Can Duran, de una superficie de 30 ha.
En 1893, la finca fue adquirida por Josep Gallart Forgas, un industrial que consolidó su fortuna en Puerto Rico. Gallart encargó el proyecto del palacio y de los jardines al arquitecto August Font i Carreras. Las obras se terminaron en 1895.
Los Gallart vivieron en Les Heures hasta la Guerra Civil, en que la finca fue expropiada y destinada primero como residencia del presidente Azaña, que nunca la ocupó. Quién sí se instaló en ella fue el presidente Companys, para protegerse de los bombardeos de Barcelona, ya que era un lugar bastante difícil de atacar desde el aire. Incluso se construyó allí un refugio subterráneo.
Sucedió que el hijo del fundador de Les Heures, Josep Gallart Folch, entregó una fotografía aérea de la finca al general Kindelan para que la bombardease, sin embargo éste no lo hizo por las dificultades orográficas.
En 1958, la Diputación adquirió una parte de la finca y la anexionó a los Hogares Mundet. En 1998, se firmó un acuerdo entre el Ayuntamiento y la Diputación de Barcelona, mediante el cual el uso de los jardines del Palau de les Heures fue cedido a la ciudad. En cuanto al palacio, actualmente la Fundación Bosch i Gimpera imparte en él estudios de formación continuada.
PALAU DE LES HEURES
Muchas gracias MIQUEL, son preciosas, gracias...!!!