El núcleo del documento es jurídico y demuestra como ese impuesto, además de representar una doble imposición, ya que paga por lo que ya antes ha pagado, pulveriza el derecho de los españoles a ser iguales, ya que en comunidades codiciosas, como Andalucía, se paga cien veces más dinero por heredar que en otras comunidades, como Madrid y Canarias. Pero no menos contundente son los testimonios y la documentación que se ofrece al defensor sobre miles de familias dañadas y humilladas por ese impuesto, muchas de las cuales tuvieron que renunciar a la herencia de sus mayores por no poder abonar las elevadas tasas y las valoraciones abultadas de la Junta de Andalucía.
Por último, el escrito se alza contra la falsa información de la Junta, según la cual es un impuesto que pagan los ricos, cuando las estadísticas demuestran que son las clases medias, los autónomos y los trabajadores las víctimas de ese brutal tributo.
La protesta ante el defensor del pueblo andaluz es la primera parada de un largo periplo que pasará por otras oficinas defensoras del pueblo y por diversos tribunales, incluyendo el Constitucional Español, hasta terminar, si fuera necesario, en el Europeo de Derechos Humanos, que seguro que condenará un impuesto que vulnera todos los parámetros de justicia, equidad, igualdad y prudencia recaudatoria.
Toda protesta o reclamación ante instituciones y tribunales irá acompañada de las firmas ciudadanas, que siguen llegando cada día a la Asociación y engrosando el paquete, que ya suma más de 30.000, pero que se espera que pronto supere las 50.000.
Francisco Rubiales