Un Hombre Con Corona Y Manos Grandes

Por Mariola Azores De Bustarviejo @MariolaAzores

Hace unos días una amiga -que está felizmente casada con un hombre con corona y manos grandes- me envió el siguiente texto (no he conseguido averiguar quién es el autor) que hoy comparto contigo, seguidora y seguidor de LMDM:
"Querida Mujer,
Algunas veces serás demasiada mujer.
Demasiado bella,
demasiado fuerte.
Demasiado algo
que hará que un hombre se sienta menos hombre,
lo que empezará a hacerte sentir que quizás deberías ser menos mujer.
El mayor error que puedes cometer
es quitar joyas a tu corona
para que esta le sea más fácil de llevar a un hombre.
Cuando esto suceda, necesito que entiendas
que tú no necesitas una corona más pequeña,
necesitas un hombre con manos más grandes."
Después de leerlo llegué a la conclusión de que a las mujeres que piensan como una reina les gustan los hombres que también llevan corona.
Los hombres que utilizan parte de su empuje para hacer del mundo un lugar mejor y más bello.
Los hombres que no disfrazan su individualidad para encajar.
Los hombres que se dejan ir,  capaces de rodearse de gente que está un poco loca.
Los hombres orgullosos de que la mujer que se agarra con dulzura de su brazo sea al mismo tiempo una geisha y una guerrera.
Los hombres que -como dijo Frida Kahlo- miran a esta mujer como si fuera magia.
Los hombres que son los mayores admiradores de su mujer con corona, sus más entusiastas  cheerleaders.
Los hombres que la empoderan.
Los hombres que la inspiran.
Los hombres que intentan entenderla.
Los hombres que convierten su conexión con ella en la mayor aventura de su vida.
Los hombres con manos grandes, para alzarla e impulsarla a alcanzar las estrellas con las que ella sueña.
Los hombres con imaginación, para escribir juntos la historia de ambos, aunque sea a trompicones.
Los hombres con oído fino, para captar los múltiples matices de su voz.
Los hombres con brazos fuertes y corazón generoso, para abrazarla con ternura.
Los hombres sensibles, que sonríen al escuchar esa canción que siempre les recuerda a ella.
Los hombres de carcajada fácil, sobre todo cuando se trata de reírse de sí mismos.
Los hombres apasionados, que sueñan despiertos con acariciar las curvas de su cuerpo y dormidos con desnudar las de su mente.
Los hombres que sacan tiempo para jugar.
Los hombres que entienden que a ella no le importa la marca de su coche, sino a donde la lleve en él.
Los hombres que en vez de mandar flores envían una invitación para ver juntos un atardecer.
Los hombres que regalan chocolate.
Los hombres que comen chocolate.
Los hombres sin miedo a amar. 
Los hombres sin miedo a cambiar de rumbo su vida.
Los hombres sin miedo a que los demás lean en sus ojos lo que siente por ella.
Los hombres sin miedo a abrir la puerta de su corazón cuando esta mujer llama a él.
Los hombres sin miedo a abrazar su lado oscuro. Y el de ella.
Los hombres sin miedo a su pasado. Ni al de ella.
Los hombres que dan todo lo anterior solo a una mujer de la que reciben exactamente lo mismo.
Los hombres que se enamoran de la mujer que no les necesita.
(El artículo que te dejo en el último enlace llegó a mí por casualidad mientras pensaba en escribir esta entrada; el hombre que lo ha escrito probablemente sea un hombre con corona y manos grandes).
¿Has conocido ya a tu hombre con corona y manos grandes?
Foto: via the way you make me feel