Tanta ha sido la fama de los dos que ha dado lugar a una serie televisiva, Brigada de fenómenos, en la que también su autor tiene mucho que decir, y es que ese universo, apriorísticamente sevillano, en el que se cocían las primeras entregas, ha ido creciendo con el salto a Madrid pero sin que se olvide el más exquisito andalucismo, la exageración más hilarante e incluso los defectos propios de una tierra a la que Muñoz Gijón ama lo suficiente como para afearle los vicios sin dejar de exaltar sus virtudes, que son muchas a juzgar por la colaboración ciudadana que recibe de continuo.
En esta ocasión son los modernos quienes han tomado las riendas de las operaciones con una campaña de actuaciones demoledoras llevadas a cabo en noches de luna llena. Las siglas KTR (kill the rancio) amenazan con extenderse por todo el país cercenando las tradiciones más respetables. Tanto que Jiménez se ve empujado a infiltrarse en un peculiar comando de variopintos antisistema, él, que es el abolengo hecho persona aunque ahora viva con su Triana del alma, un travesti sumido en una profunda crisis de identidad.
Un hombre-lobo en el Rocío. Julio Muñoz Gijón.Editorial El Paseo. Sevilla 2016. 203 págs. 15 euros.