UN HOMBRE MUERTO: Una intrincada y genial novela policíaca

Publicado el 18 diciembre 2016 por Ana Granger @AnaGranger21
SÁBADO. 17 DE DICIEMBRE DE 2016
Un hombre muerto
"El repentino fulgor de la araña del techo los deslumbró (...). Nigel, parpadeando, rodeó las escaleras (...). Sobre la mesa había un hombre tumbado boca abajo(...) Cuando los ojos de todos por fin se adaptaron a la luz, vieron asomar la empuñadura de la daga rusa entre sus omóplatos como un pequeño cuerno."
Fragmento de Un hombre muerto de Ngaio Marsh 

Regreso con otra joya de la Colección Libros del Tiempo de Ediciones Siruela, que este año 2016 ha sacado verdaderos tesoros del género de la novela policíaca, sepultados por el tiempo y que rescata para deleite de todos los lectores.

Un hombre muerto de la escritora de los años treinta Ngaio Marsh, nos cuenta el fin de semana de un grupo de amigos en Frantock, en la casa de su anfitrión sir Hubert Hadensley. Congregados para disfrutar de dos días de diversión y camaradería, tan ecléctico grupo se dispone a jugar a "los asesinos", pero antes de iniciarse, uno de los invitados muestra al resto una extraña daga mongola-rusa obsequio de un enigmático hombre al que ayudó un año atrás. Lo que nadie espera es que en medio del "inofensivo" juego hallen en el salón el cadáver de uno de ellos con la daga clavada en la espalda.

Me he divertido mucho con esta novela que, como la anterior de Siruela que reseñé (Muerte de un aviador), me ha recordado a los geniales guiones del cine clásico hollywoodiense. Los diálogos son estupendos, la narración de gran calidad y el ambiente que crea es de suspense total. Me sentí que leía un gran clásico, lo cual está haciendo que me aficione a estas lecturas.Es una trama muy inteligente y exquisitamente narrada, que rápidamente me sumergió a mí también en el juego de los asesinos. Todos los personajes tenían motivos para acabar con la víctima y, a la vez, resultaban bastante inocentes. Nadie está libre de sospecha, ni los invitados ni el nutrido grupo de criados. Me recordó un poco a Downton Abbey, a pequeña escala, y a los casos de Sidney Chambers, pero con una trama más compleja. Me gustó que me mantuviera en ascuas todo el tiempo y que, a pesar de su brevedad, me costará mucho elucubrar sobre quién podría ser el asesino. Lo que me gusta de este tipo de novelas, es su sencillez "emocional". Los personajes tienen un papel fundamental, pero seguir sus pasos no me resulta tan agotador como en las novelas de hoy día, donde a veces priman más sus problemas personales que el propio argumento.Echándole un ojo a los personajes:Primero estaría Nigel Bathgate, un joven periodista invitado a la casa de Hadensley por ser el primo de su mejor amigo, Charles Rankin, un simpático y verdadero granuja. Nigel y Charles son muy distintos y media entre ellos una diferencia de edad de veinte años y, sin embargo, existe entre ambos una admiración mutua y un gran cariño. 

Nigel soporta en gran medida el papel de protagonista.Después tenemos al propio sir Hubert Handensley y a su sobrina Angela North. Hubert es un diplómatico y ministro de gabinete retirado, amante de las armas de combate antiguas, ocupa su tiempo escribiendo sobre ellas y organizando fantásticas fiestas en Frantock para sus amigos. 

Angela vive con él y lo cuida como a un padre. Es una joven encantadora e inteligente que disfruta conduciendo su coche con la pericia y la temeridad de un piloto de carreras.


http://www.dominicdavison.com/


También tenemos a Marjorie y Arthur Wilde. El matrimonio Wilde es una variopinta pareja: él es un anodino arqueólogo y ella una alarmista y quejica nata, que muestra una curiosa rivalidad con la preciosa Rosamund Grant que es cortejada por Rankin. 

Rosamund es una mujer lista y de mucho carácter.

Luego está Foma Tokareff, un médico ruso muy amigo de Hubert con el que comparte su pasión por las armas. Es un tipo excéntrico, algo farragoso y muy enamorado de su propia voz.Destaca, entre los miembros del servicio, el mayordomo Vassily también de origen ruso y que muestra un comportamiento la mar de sospechoso.Finalizando el elenco, está Alleyn el astuto inspector de Scotland Yard puesto al mando del caso, quien comparte con Nigel el papel protagonista de ésta historia. Al más puro estilo del "CSI" de los años treinta, inicia su investigación sospechando que los invitados saben más de lo que le quieren contar. La investigación que lleva a cabo el inspector Alleyn en la novela me ha llamado mucho la atención. Resulta curioso asistir a los albores de los primeros protocolos de la policía para obtener pruebas que pudieran ser analizadas en laboratorio. Sé que en las novelas de Sherlock Holmes, nuestro detective realiza sus propios análisis científicos de las pruebas, pero es un protocolo suyo más que de la policía con la que colabora.

Un hombre muerto de Ngaio Marsh me ha encantado por su calidad narrativa, por su inteligente trama, sus personajes y por el gran suspense que es capaz de crear. Además, la magnífica encuadernación y diseño a cargo de Siruela, que convierten su lectura en toda una delicia. 
Pero aún tengo más que decir, gracias a Ediciones Siruela además de la maravillosa obra de Un hombre muerto de Ngaio Marsh, podemos disfrutar de otra joyas como Muerte de un aviador de Christopher St. John Sprigg (reseña), Muerte en la rectoría de Michael Innes y la última incorporación con tintes navideños a la colección: Misterio en blanco de J. Jefferson Farjeon, en cuya una de sus obras se inspiró para una película el propio Alfred Hitchcock.

Le aagradezco muchísimo a Ediciones Siruela que me diera la oportunidad de leer y reseñar este gran clásico policíaco que recomiendo a todo tipo de lectores, porque no verán defraudadas sus expectativas. ¿Quién mato al invitado de sir Hubert? ¡Ese es un misterio que os animo a descubrir!







Título: Un hombre muertoAutor: Ngaio MarshGénero: Novela policíaca, Años 30Editorial: Ediciones SiruelaFormato: Papel y DigitalPáginas: 184Precio: 16,95 € (Papel) y 7,99 € (Digital)ISBN: 978-84-16638-76-5
Argumento: Ngaio Marsh fue junto a Agatha Christie, Dorothy L. Sayers y Margery Allingham una de las cuatro reinas de la era dorada de la novela de misterio en lengua inglesa. Y, como no podía ser de otra manera, su primera obra transcurre durante un fin de semana en una casa de campo durante el periodo de entreguerras. Allí, en mitad del ajetreo de los criados, de los caballeros de esmoquin y de las hermosas damas vestidas de seda, el anfitrión, sir Hubert Handesley, ha ideado una divertida variante del popular pasatiempo de salón conocido como el Juego del Asesino. Sin embargo, nadie se ríe cuando apenas iniciados los preparativos se encuentran con el cadáver de uno de los participantes...

Una colección de coartadas, un mayordomo desaparecido y un intricado rompecabezas de traiciones aguardan en la escena del crimen al inspector Roderick Alleyn, enviado por Scotland Yard para desenmascarar al principal intérprete del mortal divertimento.
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