West Bromwich Albion 4-0 SunderlandQuizás sería injusto decir que en el WestBromwich Albion, sólo jugase Odemwingie. Pero tampoco desentonaría en ningunacrónica. Lo cierto es que en The Hawthorns tuvo lugar un partido donde jugabandos equipos llenos de contrastes. Un entrenador discutido contra otro conrenombre. Inglés frente a Norirlándes. Aprovechamiento máximo de los jugadorescontra el desaprovechamiento constante de jugadores de talento. Racha negativafrente a racha positiva. En pocas palabras, equipos contrarios en el mássentido estricto de la palabra. Y tan lleno de contrastes que al final, elresultado terminó siendo al revés del esperado. El 4-0 hace justicia a como fueel partido y lo define a la perfección. Un vendaval de juego de losblanquiazules acabó como acabó para Martin O’Neill. Un resultado extraño paralos black cats. Pronto se adelantarían los locales con un goldel nigeriano Odemwingie, que, cabeceaba a la red un centro de Mulumbu. Solocorrían 3 minutos de juego y el equipo de Hodgson se ponía por delante. Erasolo un preludio. El ritmo era alto en los locales y presionaba la salida debalón de los de O’Neill. Mientras,el Sunderland, intentaba tocar en el centro del campo con su gran nómina decentrocampistas, pero sin profundiad, intención ni peligro. Luego el partido se enrareció y cayó elritmo para cambiarlo por una lucha campal en el centro del campo. No obstante,Mignolet tuvo que lucirse en un par de intervenciones. Como comentamos, el dominio sigue siendo del“Brom”. Tanto es así, que el segundo gol no tardaría en llegar, obra esta vezde Morrison que definía, libre demarca, a centro de Jerome Thomas. Una vez más, el Sunderland demostraba que noera su día. Su defensa demostró una pasividad impropia de los equipos de MartinO’Neill.En la segunda parte, precisamente, elnorirlandés, saco su artillería para buscar el gol con más ahínco. Bendtner yFraizer Campbell ingresaron en el partido con la misión de remontar el encuentro.La conclusión es que simplemente no se pudo ser más desastrosos los cambios, yaque, encajaron dos goles más. El tercero, esta vez sería una contra llevada porFortune, que el nigeriano remacha a la red, sin piedad. 3-0 y el partido se leponía cuesta arriba a los visitantes. Parece que bajaron los brazos y eso, unida ala debilidad defensiva, hicieron que siempre estuviera más cerca el gol de lapuntilla que el gol de la remontada “cat”. Pese a todo, el partido fue uncompleto ida y vuelta que terminó con el cuarto gol de los locales. Parecía elWest Brom, el Barça del “tiki-taka” y es que tras una veintena de toques, elbalón lo remachó a la red Andrews cerrando el marcador así como certificandoque los tres puntos se quedaban en casa. Con este resultado, el West Brom toma aire enla zona baja de la clasificación en dos partidos con rivales tan díspares comoWolves y Sunderland, consiguiendo en ellos sendas goleadas. Ambos se sitúan enla mitad de la tabla con escasa distancia entre ellos. Shark Gutiérrez (@SharkGutierrez)