Un insecto robot distinto de los demás

Publicado el 21 marzo 2016 por Soleadamadrid

Seguramente ya habréis oído hablar de algunos insectos robóticos, como las libélulas de Festo que conocíamos hace unos meses (junto a otros maravillosos animales robóticos).

Sin embargo, la biomimesis no para de avanzar, y el insecto robot del que vamos a hablar hoy es capaz de hacer cosas que nunca antes habíamos visto.

Conocemos la noticia a través de Engadget, la que nos informa acerca de Scamp, un increíble insecto robótico capaz de volar, saltar y deslizarse por paredes.

Scamp ha sido creado por un equipo del Laboratorio de Biomimética de la Universidad de Stanford, y pasa a ser el robot de sus características más versátil que existe en la actualidad.

La principal novedad que aporta Scamp (cuyo nombre es el acrónimo de Stanford Climbing and Aerial Maneuvering Platformes) es su capacidad para cambiar de un estado de vuelo a un estado de estabilidad y movimiento sobre una superficie vertical; así, es capaz de detener su vuelo cuando detecta una pared y adherirse a ella para deslizarse como lo haría cualquier insecto (o como lo haría Spiderman, si sois fans del trepamuros).

Para lograrlo, ha sido dotado de 4 pequeños motores con hélices que le permiten volar y unas "patas" con "microespinas" que, previa desconexión de las hélices, la hacen capaz de trepar por paredes con seguridad. Por supuesto, otro elemento fundamental se su diseño es su ligereza, que le permite realizar todas estas acciones sin necesidad de desarrollar una gran potencia.

Podéis ver las evoluciones de Scamp en el siguiente vídeo subido a Youtube por el Laboratorio de Biomimética de la Universidad de Stanford:

Este tipo de robots puede tener múltiples aplicaciones gracias a la versatilidad que antes advertíamos; por ejemplo, su capacidad de agarrarse a las paredes le permite ahorrar energía como no podría hacerlo un dron convencional -obligado a sostener su vuelo-, lo que le capacitaría para ser muy útil por ejemplo para tomar imágenes en zonas catastróficas. Como podréis imaginar, si se consiguieran desarrollar otros robots de este tipo que fueran lo suficientemente sigilosos también serían muy útiles en labores bélicas y de espionaje (lo que resulta un tanto inquietante).

Así que ya sabéis, dentro de unos años cuando veáis entrar por la ventana un escarabajo volador especialmente interesado en vuestras actividades de alcoba, deteneos un momento para observarlo bien de cerca: igual es que se os ha colado un mirón en casa...