Por: Manuel García
El hecho de que los alumnos vean a sus padres y madres leyendo en casa para luego acudir al centro, con el fin de analizar las diferentes obras, produce un efecto imitación que ayuda a la motivación lectora de los más pequeños.
Por esta razón, cada miércoles, durante los recreos, este instituto promueve, además, talleres de lectura y de creación artística entre alumnos voluntarios que desean formarse como futuros escritores. Estas iniciativas completamente altruistas, no reconocidas por la Administración, son las que demuestran que muchos centros públicos, pese a los graves recortes en Educación, tienen siempre vocación de mejorar e innovar.