Estaba haciendo memoria, y sí, fue en 2007 cuando comenzaba tímidamente a acompañar a Agustín Rodríguez y Juan Castro a hacer el programa Historia Viva. Fue precisamente en esos comienzos cuando Agustín me comentó que para hablar del partido a favor de los afectados de Mesina en 1909, se traería a un italiano que podría darnos muchos datos.
Efectivamente se presentó un señor con su corbata blanquiroja, que por lo visto tenía que asistir, tras nuestro programa radiofónico, al incipiente programa de TV que daba sus primeros pasos por aquel entonces, La Bombonera.
Debo decir que aquel señor, que conocí en aquel preciso instante me fascinó con las cosas que contaba sobre su Italia natal y cómo las relacionaba con el tema que estábamos tratando. Realmente me tuvo ensimismado en su conversación radiofónica, algo que tuve la oportunidad de decírselo hace un par de meses.
- Giulio ¿te acuerdas de aquel programa hace cuatro años, en el que participaste en Historia viva para hablar de Mesina?
- Como si fuese ayer mismo. Me respondió.
Desde aquel instante, en 2007, siempre me pregunté cómo un italiano, que había recorrido varios países por cuestiones de trabajo a lo largo de su vida, se había enamorado del Sevilla FC. Porque lo de Giulio y el Sevilla FC fue un flechazo en toda regla.
Y bien que me lo contó. Fascinante. Él pensaba que genéticamente llevaba, no sabía de qué forma, al Sevilla FC en su corazón. Solo tuvo que descubrirlo.
Giulio era todo un activo del sevillismo. Nos demostró permanentemente ese amor por lo blanquirojo, hasta el punto de “engañarnos” en una ocasión para juntarnos a todos los blogueros con el presidente del Sevilla FC, el subdirector general, a Jesús Alvarado que tuvo que hacer un programa de SFC Radio en directo en el evento, al historiador del Club y al sursum corda si hubiese sido necesario, en una comida de presentación de la Blogosfera sevillista en Simón Verde. Tanto nos cogió por sorpresa que incluso llegamos a molestarnos un poco por estar descolocados. Hasta que nos dimos cuenta de lo que pretendía, porque sabía de la importancia de promocionar aquello que estaba naciendo en esos momentos y de su trascendencia posterior en el sevillismo y que no tendría tanta si aquel acto no se hubiese producido. Lo comprendimos perfectamente. Curiosamente en aquella ocasión, a pesar de haberlo dispuesto todo, no pudio asistir. Ya comenzaba a malear.
Puta vida esta…
Giulio ha fallecido.
Estaba bastante pachucho en los últimos meses, ya nos había dado algún que otro susto y esta vez ya no pudo contarlo.
Hablé con él hace un par de semanas nuevamente, pero esa conversación me la guardo para siempre.
Descansa en paz y desde aquí le enviamos un abrazo a su familia.