Un IVA de perros

Publicado el 11 octubre 2016 por Elturco @jl_montesinos

Publicado en HeraldPost.es

Corrió como la pólvora por las redes sociales, y así me enteré, como de casi todo últimamente, la felicidad del diputado alavés de Equo, Juan López de Uralde, tras aprobarse la rebaja del IVA veterinario del 21 al 10%. Una excelente noticia de la que hay que felicitarse. Que los animales no tengan derechos, porque no los tienen y no los pueden tener en ningún ordenamiento jurídico mínimamente coherente, no significa que sus dueños, porque desde el punto de vista jurídico no pueden ser considerados más que posesiones de un humano, no puedan y deban prestarles la mejor atención médica, al mejor y más competitivo precio. Buena noticia, como digo, una rebaja de impuestos.

Mi Pepito Grillo interior, no obstante, más proclive a los rodeos intelectuales, me obligó a lanzar a esas redes sociales varias preguntas. Mi Pepito Grillo no le encuentra justificación alguna al IVA. Puede entender Pepito, entrando en un universo socialdemócrata que detesta, que los servicios que presta la Administración Pública, hayan de sufragarse de algún modo. Así las cotizaciones sociales pagan Sanidad o Pensiones. Pero impuestos como el IVA, Sucesiones o Transmisiones no hacen más que gravar, bajo coacción, actos entre particulares en los que el Estado no interviene más que para poner el cazo. Si no hay un servicio a prestar, no existe la mínima justificación. Ninguna más allá de meter mano a todo lo posible y así mantener el chiringuito y el pesebre. Con sus parroquianos y votos cautivos.

Sobre la mesa yo expondría además que, así como los poseedores de animales de compañía deben cuidar de sus animales al mejor precio, los padres deberían poder vestir mejor a sus hijos, con lo que se hace necesaria una rebaja del IVA de la ropa. También parece lógico y meridianamente cristalino, en estos tiempos de crisis y emergencias sociales, que una pequeña rebaja en el precio de los alimentos o del IVA de los alquileres – ¡Vivienda digna para todos! – es claramente deseable. Y claro, para cuidar el medio ambiente, bajemos el IVA de las bicis y de las zapatillas de paseo. Estoy pensando que rebajarlo al 10% ha sido poca cosa. Hubiera sido mejor al 5%. ¿No? Bajemos el IVA del cine, de los taxis y de los ordenadores portátiles. Visto así solo se me ocurre que no bajamos más el IVA porque hay que mantener el chiringuito y el pesebre. Con sus parroquianos. Y también con sus votos cautivos.

Pepito me dijo que se llaman impuestos, no propuestos o voluntarios, por algo. La coacción es necesaria para su cobro. Supongo que coacción viene a ser un sinónimo de extorsión legal. Porque si fuera que pagas el precio de un servicio, como puedes pagar la recogida de las basuras, algo que tiene mucho más sentido que el IVA, te enfadarías mucho y con razón si pagas más que el municipio de al lado y podrías ver qué está pasando. Estudiarse los Presupuestos Generales de todas las zonas que te incumben: estatal, autonómica, provincial o local, es un ejercicio de inútil masoquismo. Jamás encontrarás las relaciones biunívocas entre ingresos y gastos. Todo está orientado a tu confusión y pasmo. Todo orientado al chiringuito, que alimenta al pesebre, que cautiva votos.

Este es el mundo de las contradicciones del Estado del Bienestar. El que grava con impuestos para desincentivar el consumo del tabaco o el alcohol y grava con impuestos el trabajo para… ¿Incentivarlo? ¿Desincentivarlo? ¿Para ver hasta dónde aguantamos los contribuyentes? No hay por dónde cogerlo. Y aquí coger también puede tener un significado transatlántico. Que los jodidos siempre somos los mismos, vaya. Nosotros. Me alegro si tienes mascotas. Espero reciprocidad cuando bajen el IVA de los micros y los cables canon-canon.


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