Un jardín en el piso (¿Por qué no?)

Por Cooliflower

Con todos ustedes: ¡La planta más resistente del universo!

De acuerdo: No te llevarás el premio a la persona más dedicada del año. Dispones de tan poco tiempo libre que llegarías tarde al Juicio Final. Tu día a día es el más estresante del planeta, solo superado por el logopeda de Juancar I. Hasta los geranios de plástico se te marchitan. Un desastre; lo único que echa raíces en tu casa son las patatas compradas hace tres meses.

¡Aun no está perdido todo! En Cooliflower te animamos para que consigas que la vida vegetal prolifere en tu apartamento -y no nos referimos a otro compañero de piso con gato desatendido-.

¿Por qué tener plantas en el piso?

Además de acabar con los complejos de caballo de Atila, las plantas oxigenan el ambiente, relajan y ayudan a que nuestra micro-atmósfera se cargue con iones negativos, ayudando a que respiremos y durmamos mejor, mantengamos una piel más tersa, suframos menos alergias… y hasta incrementemos la fertilidad (¡y la calidad el sexo!). El mini jardín de nuestro piso contrarresta el estrés metropolitano.

¡¿Por qué narices se me mueren todas las plantas?!

¿Por qué hay personas que pasean a los husky siberianos a las tres de la tarde, con cuarenta grados de temperatura? ¿Por qué algunos “oseaosea” se empeñan en llamarlo running, cuando quieren decir “voy a lucir cinco minutos de mallas ajustadas, que luego sudo y pierdo glamur”? (Respuesta: Las plantas se te mueren por falta de lógica).

Como las personas, hay plantas muy puñeteras, que precisan grandes mimos y atenciones, mientras que otras apenas necesitan algo de luz y una cervez un trago de vez en cuando. Consulta con un experto en el momento de la compra, y así no te equivocarás. Si al solicitar ayuda sobre los cuidados el vendedor pone cara de póquer y murmura “Eeeh… Esto… Sí, algo de agua y sol… ¡Creo!” busca otra tienda.

En la foto de este post, con filtro de diva octogenaria, la sanseviera del redactor que escribe estas palabras. La frase del señor que la vendió fue “olvídate que está ahí, pasa de ella y riégala poco, cuando te acuerdes”. ¡Ah, si todas las relaciones florecieran de forma tan sencilla..!

¡No tienes excusa!

¿Tienes poca luz? ¿Poca agua? ¿Guardas los zapatos en el congelador? No importa, consulta este enlace y encontrarás quince especies de fácil cultivo, incluida la irreductible y purificadora sanseviera.