Casi seguro el narrador Adrián Henríquez, no existiría hoy en el catálogo de ventas de Amazon, de no haber sido por la política de Pies secos Pies mojados, que derogara el presidente Obama horas antes de abandonar la Casa Blanca.
El joven escritor cubano, nacido en Villa Clara en 1987, aunque estudió teatro en Cuba, muy pronto compendió que la irresistible situación económica de la isla no le dejaría fuerzas para ocuparse de sus metas artísticas y humanas.
Por eso un buen día, hizo las maletas, cruzó México con rumbo a los EE.UU. Como todo buen emigrante ha hecho con dignidad múltiples trabajos sin perder el hilo de sus mayores pasiones.
El haber sido cocinero en Mcdonald’s, cargador de maletas, vendedor de pasajes en una compañía de ómnibus, limpiador de cine o estibador de computadoras, no ha dejado a Adrián sin tiempo para la literatura.
De su talento y esfuerzo ha salido A la captura del Shadowboy un exquisito relato que tiene de espías, sexo, acción y un ambiente histórico muy bien definido.
Actualmente el escritor reside en Nashville, Tennessee, alejado del bullicio y el sol que derrite en Florida. No por eso es más o menos cubano que ningún otro.
Cuando nos cuenta en exclusiva para Yusnaby Post de qué trata su propia novela A la captura del Shadowboy, el escritor resume: “…un comando de mercenarios armados con ametralladoras P90, gafas de visión nocturna y un sinfín de armamento moderno van a la captura de un anciano espía que ha sido buscado por generaciones, nada menos que por la KGB, el Mossad y el MI6”.
El desafío de las nuevas tecnologías es enorme, apunta Adrián Henríquez, nacido en Encrucijada, Villa Clara, y que está a punto de cumplir 30 años. Al respecto su observación es certera: “Por mucho que algunos intenten negarlo, el futuro de los libros está en el formato digital. Muchos pueden decirme que ellos prefieren un libro de papel, (yo también lo prefiero) pero no puedo negar la realidad. Y la “realidad” es que las nuevas generaciones sí leen, pero libros digitales. Hoy en día puedes ver a jóvenes de todas las edades con un Kindle o un iPad bajo el brazo, nunca con un libro”.
Aunque el cubano es también fanático de las artes marciales está convencido de que su mejor combate lo tiene que dar con las palabras.
En A la captura del Shadowboy hay de fondo una gran denuncia. En sus páginas ambientadas en Cuba aparecen “Generales corruptos rodeados de lujos y prostitutas. El tráfico de drogas, burdeles, pornografía y armas a gran escala en el que se mueven los grandes dirigentes de ese país. También el mercado negro en el que sobreviven los cubanos de a pie… sus negocios de piraterías de DVD, ropa, zapatos y todo lo que les dé “chavos” o dólares”.
Démosle la oportunidad de crecer a este cubano emprendedor y talentoso.
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