La cinta que forma parte del 26o Tour de Cine Francés ofrece la alternativa a una mujer de reconstruir una vida a partir de un bochornoso evento
Por: Pablo Vázquez Rivera
Ayudar a alguien a florecer a partir de un oficio, de la creación artística, de un trabajo que pudiera ser cotidiano, parte de una rutina y bajo las inequidades de un empleo son de las virtudes que se deberían reproducir en cada jornada a pesar de lo inmediato y efímero que parece transcurrir el tiempo en una de las urbes más grandes del mundo como París.
El robo del bolso de Esther jefa de costura de la casa Dior a manos de una joven cuya principal ocupación es la de cuidar a su madre enferma, se convirtió en un evento mayor en la vida de la ladrona y de la virtuosa mujer en la industria del vestido, pues el hurto, la empatía para reparar el daño devolviendo el bolso y la conexión entre ambas construyen una historia común de los pasillos del metro de cualquier ciudad del orbe, en un relato en el que las dos mujeres Esther y Jade logre moldear más que solo tela, la vida de la joven de 20 años quien decidió aceptar la invitación a la Maison Dior para aprender de alta costura.
"Yo solo quería ayudarte a florecer enseñándote un oficio que tiene el poder de fabricar un poco de belleza, por el gesto, por la belleza del gesto" una de las sentencias más impactantes de Esther (Nathalie Baye) a la joven aprendiz de costurera Lyna Khoudri (Jade)
Ficha técnica
Haute couture, su título en francés, es el segundo largometraje de la directora Sylvie Ohayon quien en 2014 debutó en la dirección de cine con Papa Was Not a Rolling Stone.
Producida en colaboración entre las casas productoras Les Films Du Premier, Les Productions du Renard, Jouror Production, OCS, Cofimage 31, SofiTVciné 7 y Région Ile-de-France, este largometraje de 101 minutos distribuido por Nueva Era Films.