Un libro inexcusable

Publicado el 13 marzo 2014 por Elinfiernodebarbusse
Decía George Orwell que "para escribir en un lenguaje claro y vigoroso hay que pensar sin miedo. Y si se piensa sin miedo no se puede ser políticamente correcto". Esto, aparte de ser una verdad como un templo, es la definición más precisa de su estilo y, en última instancia, de su manera de entender la literatura: como una herramienta de la que dispone el individuo para alejarse de la estupidez y el adocenamiento. Su obra sigue viva -quizá más viva que nunca- porque ese futuro que él imaginó -y temió- en un remoto año 1984 está aquí y ahora  -treinta años después-, si es que no lo ha estado siempre. 
Escribió contra los totalitarismos de cualquier pelaje (fascitas, comunistas) pero su denuncia también se ajusta como un guante a la dictadura del pensamiento único, de la economía, de la imbecilidad, del aborregamiento, de la pseudointelectualidad y de la desidia. Es justo ver su 1984 como una espeluznante crítica sobre la deshumanización del hombre moderno, sobre los riesgos de que éste llegue a convertirse en un permanente anestesiado que asiste, dócil y aquiescentemente, a cualquier intromisión o coartación de su libertad. Hombre autómata, hombre esclavo, hombre obediente. Hombre acrítico que nunca pone en tela de juicio la verdad oficial, la verdad admitida, la verdad irrefutable que se le cuenta. Buen chico que no comete travesuras; esto es, que no piensa; esto es, que no molesta. Buen muchacho al que se le da una palmadita en la espalda porque siempre acaba pasando, obediente y sin formar ruido, por el aro que mejor conviene al poderoso y vigilante "Gran Hermano" de turno.

Orwell en la BBC, 1942


Libro importante y exponente de las inquietudes más profundas y universales del ser humano, es mucho lo que hay dentro de sus páginas que nos imcumbe, que nos toca de un modo particular y directo como personas. Ahora -siempre, en realidad- es buen momento para leer, si aún no lo ha hecho -no se disculpe, todos cometemos errores-, la trágica historia de Winston Smith que tiene lugar en la lúgubre atmósfera de un Londres fantasmal de 1984. Lumen acaba de poner en la calle una edición especial con traducción de Miguel Temprano García, el prólogo que Umberto Eco escribió para la edición italiana aparecida el año que da título a la obra, y una austera pero preciosa cubierta (en tapa dura, por supuesto, como es de recibo para un libro de obligada perdurabilidad).
"Lo importante no es mantenerse vivo, sino mantenerse humano", escribió Orwell. No se me ocurre mejor resumen o mejor eslogan para su 1984.