(JCR)
¿Les suena a ustedes el nombre de Manuel Iradier? Hasta hace pocos días a mí tampoco me decía nada hasta que tuve la suerte de leer el extraordinario libro “Apuntes de la Guinea. Vida, obra y memoria de Manuel Iradier y Bulfi”, del periodista e historiador
En el Reino Unido, por ejemplo, todos conocen y honran a personajes del siglo XIX como Samuel Baker, Speke, Grant y otros que llegaron a las fuentes del Nilo, las regiones de los Grandes Lagos o el río Zambeze. Destaca, entre ellos, el misionero, médico y explorador David Livingstone, enterrado en la abadía de Westminster (excepto su corazón, que fue enterrado bajo un árbol porque los africanos que le conocieron decían que su corazón estaba en África). Todos ellos tuvieron sus sombras comprensibles para la época en la que vivieron, sobre todo por haber estado al servicio de los poderes coloniales de la época, aunque no faltan luces dignas de ser destacadas, como la lucha contra la esclavitud de Samuel Baker o la tenaz defensa de los derechos humanos de los africanos en el Congo, que fue el signo distintivo del irlandés Roger Casement, cuya figura se ha conocido más después de la publicación de “El Sueño del Celta”, de Vargas Llosa. A diferencia de otros países europeos, España parece haber prestado poca atención a sus personajes históricos que se distinguieron por sus logros en suelo africano durante el siglo XIX y principios del siglo XX. El vitoriano Manuel Iradier es uno de ellos.
El periodista e historiador Miguel Gutiérrez ha escrito una bien documentada y mejor narrada biografía de este vasco precursor del africanismo español, que dedicó su vida a conocer el territorio y las gentes de Guinea Ecuatorial durante el comienzo de la aventura colonial española en África. Fue el primero que documentó las tradiciones, la religión y las costumbres de los pueblos que habitaban la Guinea continental, y –teniendo en cuenta la mentalidad de aquella época- lo hizo con un gran respeto y echando por tierra la idea de que aquellas gentes eran primitivas, argumentando que tenían una organización social muy estructurada.
El libro, publicado por la editorial Ikusager, tiene una muy cuidada presentación con fotos de gran calidad y grabados que son auténticos documentos históricos. Su publicación hace justicia a una gran figura de la historia española contemporánea que parecía enterrada en el olvido. Una de las cosas que me disfrutado más al leerlo es empaparme de la reconstrucción del contexto histórico, que es magistral. El lector encontrará no sólo detalles sobre la vida de este explorador español, sino también una explicación cabal sobre las circunstancias históricas de aquella época y el devenir posterior de acontecimientos en Guinea Ecuatorial. Completa el libro un DVD muy didáctico que se ve con agrado.