El 2010 ha sido un año relativamente agitado para mí y para mi esposa, de manera que este año decidimos regalarnos un paseíto y pasar la navidad en la ciudad de Estrasburgo, capital de la región de Alsacia, al noreste de Francia, en la frontera con Alemania y Suiza. El paseo coincidió con una nevada espectacular, de manera que pudimos experimentar el encanto de una navidad blanca, si bien en las películas no siempre te dicen que a veces el frío puede estar a nivel de estalactitas en los lagrimales.
En la Catedral nos sucedió algo que mi esposa y yo hemos catalogado de surrealista. Paseábamos por el interior de la iglesia, cuando de pronto escuchamos algo parecido a una prueba de sonido. Tal vez habrá sido algún grupo musical de iglesia que comenzaba a comprobar sus instrumentos, pero lo que nos llamó la atención fue oír una voz con timbre de tenor que repetía una frase con cierta musicalidad a intervalos irregulares; algo así como cuando alguien ensaya el micrófono diciendo “probando, probando”, mas en este caso el hombre entonaba una breve estrofa, que dada la acústica tan especial de la catedral, sonaba medio macabra, pero al mismo tiempo… familiar. De repente comprendimos la razón: ¡el hombre cantaba en español! y la frase que repetía como un espasmódico mantra era la celebérrima “Feliz navidad” de la canción que con el mismo título que el cantante José Feliciano popularizó a principios de los 70s. Todavía no estábamos seguros de que esa fuera la frase, cuando el hombre agregó “próspero año y felicidad” y luego, el complemento de “I wanna wish you a merry christmas” que deshizo cualquier otra duda sobre la proveniencia del cántico.
La Estrasburgo que visitamos y disfrutamos en navidad fue la de preservadas construcciones tradicionales alsacianas, y de amables callecitas con sabor a pueblo; esa cuyo centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en 1988. Mas la ciudad tiene muchas otras razones para regresar, entre ellas su vocación internacional; Estrasburgo alberga al Consejo de Europa, así como a la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, la Escuela Europea de administración, el Observatorio Europeo del Sector Audiovisual, el Secretariado del G7 y a una gran cantidad de embajadas, organismos internacionales y ONGs.
Las fotos que ilustran este artículo fueron tomadas durante nuestro viaje a Estrasburgo. Pueden disfrutar de imágenes adicionales en el álbum que he abierto en mi perfil de Facebook.
¿Le gustó este artículo? Entonces tal vez también le guste:
DE LA NAVIDAD
LUCES DE NAVIDAD
EL NAVIDEÑO
PEQUEÑAS HISTORIAS DE MERCADO