Un mago de Terramar, de Ursula K. Le Guin

Por Palabrasdeunhombredisperso

Duny, más conocido como Gavilán, es un niño con grandes dotes para dominar la magia. Durante sus años de enseñanza en la isla de Roke crece el poder que hay en él hasta que, desafortunadamente y por un error de orgullo e inmadurez, convoca una extraña criatura que representa un gran mal: la sombra. Es entonces cuando Gavilán trata de escapar de ella, siempre perseguido, recorriendo las islas de Terramar, sus paisajes y sus reinos. Cuando parece que no tiene ninguna oportunidad de escapar de su sombra, decide enfrentarse a ella viajando hasta el confín del mundo sabiendo que quizás jamás regrese.
Nos encontramos ante una obra original, fantástica aventura donde el hoy por hoy típico aprendiz de mago (léase Harry potter) paga penitencia por su orgulloso carácter y su osadía al invocar poderes demasiado grandes. La magia en Terramar es cotidiana, pero siempre encierra un gran peligro, una enorme responsabilidad. Sólo con la nefasta experiencia, el protagonista aprende la lección.
Ursula K. Le Guin se beneficia de esta sencilla premisa, el aprendizaje a través de la experiencia, para construir un mundo plagado de culpa, de desamparo y de responsabilidades. El viaje iniciático del protagonista se convierte en el motor de no sólo su primera novela, sino de toda la saga. Y es este viaje el que provoca una maduración plausible y coherente con el poder que alberga.
Escrita a la estela de la obra de Tolkien, en poco o nada se parece a ésta. Un mundo imaginario diseñado para mezclar magos y dragones, guerreros y poderes oscuros es el escenario ideal para que la autora nos muestre que el enemigo no es un ente externo, sino una parte del ser mismo, una sombra del individuo. El poder y el precio del poder, la expiación (que no corrupción) de Gavilán son temas escondidos tras una aparente narración típica del cuento infantil. Pronto nos damos cuenta que nada más alejado de la realidad. Le Guin crea un mundo donde lo fantástico es puramente anecdótico, siendo el conflicto del personaje y el descubrimiento final del verdadero miedo que le persigue la trama principal y leit motiv de la novela.
Aquí no se pretende descubrir el estilo de la escritora, magnífico en su sencillez, capaz de plasmar un concepto entero en un simple párrafo. Sí es verdad que Un mago de Terramar se convierte en una perfecta puerta de entrada a la fantasía clásica, y una prueba magnífica que se puede escribir un buen continente desde el contenido.