Un mal que golpea con fuerza

Publicado el 09 mayo 2019 por Carlosgu82

Desde que en la Edad Antigua el hombre comenzó a fermentar cereales y mezclar esa fermentación con el aguamiel y las frutas para obtener el alcohol, la humanidad sufre de sus consecuencias, y el alcoholismo golpea con fuerza y continuidad.

La imagen habla por sí sola, solo observándola aprendemos la necesidad de combatir el alcoholismo.

El radio de la acción negativa que ejerce el alcohol va creciendo. Primero la persona, que sin darse cuenta y sin admitirlo se convierte en alcohólico se hace daño a sí misma. Después, en un círculo más pequeño aparecen problemas con la pareja, con la familia. Comienzan a resentirse la economía que repercute en la pareja y en la familia. Llegan los problemas de salud y legales. En este primer círculo todavía pueden asimilar una ayuda que logre salvarlos del alcohol.

Pero ya cuando el círculo es mayor, aparecen situaciones que no tienen marcha atrás, que pueden verse en la imagen: suicidios, accidentes mortales o que dejan secuelas de incapacidad física para toda la vida.

También llega la violencia más aguda que impulsa a la persona a enfrentar la justicia por situaciones delictivas, incitadas por la necesidad de obtener dinero para satisfacer la necesidad de beber.

Pueden las personas solucionar el problema del alcohol, pero se tiene que quedar toda la vida asumiendo los costos de los tratamientos de rehabilitación, que en muchos casos pueden ser reversibles y llevar de nuevo a la persona a beber.

Por todo esto: lo mejor es NO EMPEZAR.