Un mamarracho

Publicado el 15 junio 2011 por Srcincuenton
Nuestros legisladores consideraron que debían convertirse en voceros de las consultoras cuyas mediciones del índice de precios diferían de las publicadas por el oficialista INDEC. Obviamente, los valores anunciados en la Cámara de Diputados superaron con creces a los guarismos oficiales coincidiendo así con lo ya dicho por sindicalistas, periodistas y demás asistentes al supermercado.Esta acción del poder legislativo enojó al Jefe de Gabinete don Aníbal Fernández que desde su trinchera nacional, tuitera y popular la consideró un mamarracho. La pertinaz negación de las distintas instancias del Gobierno Nacional en relación al problema de la inflación ha dado lugar a todo tipo de interpretaciones, tanto políticas como  marketineras y psicoanalíticas.Desde Noticias Falsas arriesgamos otra hipótesis: se trata del síndrome FAMEKI (fascinación mediática kirchnerista). Esta disfunción en la percepción de la realidad funciona a dos vías:
  • Por un lado se considera que TODAS LAS MALAS NOTICIAS son producto de una conspiración mediática dado que, desde su ideología, los medios son omnipresentes, omnipotentes, generadores de la agenda, del discurso, sintetizando: son usinas que crean interesadamente versiones deformadas de la realidad.
  • Por otra parte, TODAS LAS BUENAS NOTICIAS, dejan mágicamente el universo de la manipulada meta-realidad mediática y pasan a ser genuinas conquistas que “el modelo” le proporciona a la gente y que se anuncian a través de los canales de TV, radios, periódicos y señales de TDT que ¡oh casualidad! dado que pertenecen al Gobierno y sus amigos quedan excluidos de la misión desinformante atribuida a los demás medios.
Luego, perorar desde la postura “el problema son los medios” es la estrategia de quienes profesan la primera variante y tenemos buenos ejemplos en las notas publicadas en Página 12, donde nuestros amigos Ricardo Forster, Eduardo Aliverti y Horacio González nos advierten sobre el “operativo de descrédito” y la “necesidad de defender a Hebe” de los insidiosos ataques de la prensa destituyente. Creo que hubo una competencia entre ellos para ver quién lograba el artículo más largo sobre el tema mencionando solo tangencialmente el desfalco de fondos públicos, porque claro está, que el tema no es la falta de controles del estado ni la fuga de los dineros destinados a los más pobres (eso lo consideran discutibles interpretaciones de hechos oscuros o meras desprolijidades) sino que disciplinadamente apuntan sus floridas plumas a donde ellos creen que se está librando la madre de todas las batallas: la realidad mediática. ¡Si ese fue el caso, nuestro voto a la nota más aburrida es para González!La respuesta de Aníbal Fernández es un ejemplo de la segunda variante, pero por suerte las restricciones de Twitter lo obligan a la síntesis.  Dejando de lado toda pretensión de originalidad, le regalamos al Gobierno una frase: “ES LA ECONOMIA … ”