- Por un lado se considera que TODAS LAS MALAS NOTICIAS son producto de una conspiración mediática dado que, desde su ideología, los medios son omnipresentes, omnipotentes, generadores de la agenda, del discurso, sintetizando: son usinas que crean interesadamente versiones deformadas de la realidad.
- Por otra parte, TODAS LAS BUENAS NOTICIAS, dejan mágicamente el universo de la manipulada meta-realidad mediática y pasan a ser genuinas conquistas que “el modelo” le proporciona a la gente y que se anuncian a través de los canales de TV, radios, periódicos y señales de TDT que ¡oh casualidad! dado que pertenecen al Gobierno y sus amigos quedan excluidos de la misión desinformante atribuida a los demás medios.