Sinopsis:
Mientras dormías.
Con su hermano Thomas herido en el frente de batalla y habiendo perdido a sus padres, Cecilia Harcourt tiene dos opciones no demasiado halagüeñas: mudarse junto a una tía soltera o casarse con un primo de mente retorcida. En lugar de eso, elige la tercera opción, y cruza el Atlántico dispuesta a cuidar de su hermano hasta su recuperación. Pero, tras una semana de búsqueda, no encuentra a Thomas, sino a su mejor amigo, el apuesto oficial Edward Rockesby. Está inconsciente y necesita urgentemente de sus cuidados, y Cecilia promete salvar la vida del soldado, aunque quedarse a su lado implique decir una pequeña mentira. Le dije a todo el mundo que era tu mujer. Cuando Edward vuelve en sí, está bastante confundido. La contusión en su cabeza le ha hecho perder la memoria de los tres últimos meses, pero sin duda recordaría haberse casado. Sabe quién es Cecilia Harcourt -aunque no recuerde su cara- pero, cuando todo el mundo se dirige a ella como su esposa, concluye que debe de ser cierto, aunque él siempre había pensado que se casaría con su vecina en Inglaterra. Ojalá fuera cierto. Cecilia arriesga su futuro entregándose por completo al hombre al que ama. Pero cuando la verdad sale a la luz, Edward quizás también guarde algunas sorpresas para la nueva señora Rockesby.
Opinión personal:
Calificación:Tengo muy claro que Julia Quinn se propuso amortizar la fama que consiguió con los Bridgerton, pero quien espere mayor vinculación entre esta serie y la otra que un apellido, va muy equivocado.Esta ha sido una lectura con muchos altibajos y de esa que te deja un sabor ambiguo porque hay partes que me han gustado mucho y, sin embargo, no puedo quitarme la sensación de que es una historia muy desaprovechada.
Una vez más, Julia Quinn deja de lado ese toque divertido, aunque la novela cuenta con un buen par de escenas en ese sentido, e intenta, en mi opinión, rasgar un tema mucho más complicado. Una novela centrada en dos personajes y sus pensamientos, el argumento se centra en el retrato de sensaciones y se recrea en una evolución paulatina de sentimientos plasmados a través de cartas —cartas breves, directas, concisas que no dicen nada y dicen tanto, de lo mejor de la novela— en las que me ha encantado ese constante presencia del personaje ausente.
Segunda entrega de la serie Rockesby —hago un inciso para agradecer a Titania que los esté publicando tan seguidos. Es algo inusual y, como lectora, es un detalle que agradezco muchísimo (mi mala memoria todavía mucho más).
En el primer título, «Por culpa de Miss Bridgerton», Edward y sus circunstancias me llamaron mucho más la atención que la pareja protagonista, así que tenía muchas ganas de conocer su historia. A veces se me olvida que Julia Quinn no se caracteriza por crear historias profundas, así que, en ese sentido, he echado en falta una mayor influencia del entorno y que ese cambio de emplazamiento y época tuviera una mayor relevancia. Sí, estamos en plena guerra de la independencia, en New York, pero dejando de lado el entorno militar y las escenas que acontecen en el hospital, poco más nos influye, apenas unos pequeños comentarios sobre negocios de inmigrantes, me ha faltado más ambiente de esa ciudad. No entiendo muy bien por qué se sitúan historias en una época y lugar concreto si, después, es algo que no se detalla con más concreción.
Cecilia es una joven con una valentía increíbles, en breves trazos, Julia Quinn nos concreta su situación y las circunstancias personales por las que se ve impelida a «escapar» en busca de su hermano Thomas. Es una joven que emana ternura y con un corazón enorme que se ve envuelta sin proponérselo en un lío inmenso del que no sabe muy bien y no encuentra el momento para salir. Como personaje me ha gustado mucho.
Eduard es un personaje que engloba casi todas las características de un caballero inglés, además, militar. Otro de los grandes protagonistas de la romántica, el militar que despierta y se encuentra sin memoria y con esposa (a la que no recuerda).
A parte de eso, no es mucho más lo que conocemos de ellos, ya que creo que la autora se centra mucho más en el presente y en recalcar sus sentimientos que en presentarlos. Su relación no deja de ser bonita, pero me ha faltado mucha más emoción.
Thomas es el gran olvidado de la historia porque, pese a que está presente en toda la novela y su papel tiene un peso muy importante en todo lo que acontece, me queda esa sensación agridulce de una historia inconclusa. Es a través del punto de unión que simboliza que convergerán muchos de los momentos tiernos y la autora nos revelará sensaciones.
No puedo comentar mucho de su relación sin terminar haciendo un spoilerdemasiado importante. Es una historia bonita, sin ser magnífica, y ambos comparten más de una escena, pero ninguna me ha llegado a parecer entrañable.
Creo que la historia daba para mucho más, para un final más matizado y desarrollado, para una escena más brillante, para una conversación más contundente y de sentimientos más ensalzados. Ha sido una lectura pausada, entretenida, con algunos momentos mágicos y con esa curiosidad por saber en qué momento todo explotará, porque la verdad siempre acaba viendo la luz, pero son dos personajes tan pausados que hasta esos momentos de ira me han parecido contenidos.
En su conjunto, podría decir que ha sido una lectura placentera, sin grandes sobresaltos, con unos personajes calmados, al igual que la historia en sí, cuya relación me ha gustado y he encontrado tierna, pero que, con esos acontecimientos, podría haber llegado a emocionarme mucho más de lo que lo ha hecho.
En mi opinión, la diferencia la han marcado esas cartas con las que empieza cada capítulo.
Con muchas ganas de leer el tercero, «La otra Miss Bridgerton»
Datos de interés: Ficha de la novela - Ficha de la autora - Web de la autora
Pepa