Colgando, desde su sitio ancestral, cumple con la misión que le fue otorgada hace mas de un siglo, en servicio a los valerosos bomberos de la ciudad de Livermore, California. Su iridiscente esplendor, longevo e indetenible ha acompañado a generaciones de bomberos californianos y le ha valido una merecida mención en el Libro Guinness de los Récords, donde ostenta el título de "La luz más duradera", que le fuera otorgado en 1972.
Su longevidad despertó las dudas del inquieto reportero Mike Dustan, en aquel mismo año, y luego de semanas de investigación, constató que la bombilla en cuestión brilla desde 1901. Las investigaciones de Dustan revelaron que fue un regalo de un empresario de la ciudad, quien gustaba de satisfacer las necesidades del departamento de bomberos, en agradecimiento a su noble labor.
La bombilla fue fabricada por la antigua marca Shelby Electric Company, actualmente aún dedicada a la electricidad. En aquel momento se encontraba trabajando en dicha empresa un joven ingeniero francés llamado Adolphe Alexandre Chaillet, quien empeñaba su genialidad en otorgar a las bombillas un 20% más de eficacia y un 30% más de duración. Empeños geniales en el área científica, pero que no fueron vistos con mucho agrado por los ojos de sus empleadores, a quienes no les beneficiaba fabricar bombillas que duraran tantos años. Así el espíritu comercial y consumista se apoderó de las producciones y las compañías lejos de adoptar métodos como los de Adolphe, comenzaron a diseñar sus productos para acortar su durabilidad.
Pero brillando contra todos los principios consumistas y las fechas de caducidad implantadas a sus familiares, que nacen con la muerte programada luego de alrededor de 1000 horas de servicio, se encuentra, a 6 metros sobre el suelo del cuartel de bomberos de Livermore, "The centenial light", con un millón de horas de servicio en sus espaldas y una gran fama conquistada por su hazaña.