Un misterioso bólido cruzó el cielo de la Península esta madrugada

Fotografía del bólido.

Esta madrugada un bólido procedente del espacio ha cruzado los cielos del este de la Península Ibérica, sobre las 7 de la mañana. Este avistamiento ha sido confirmado por la Red Española de Investigación de Meteoritos y Bólidos, dirigida por el dorctor José María Trigo, científico titular del Cuerpo de Meteoritos, Cuerpos Menores y Ciencias Planetarias del Instituto de Ciencias del Espacio (CSIC-IEEC), a los que hay que sumar los numerosos comentarios en las redes sociales de los españoles.
Para que nos hagamos una idea de la luminosidad de este bólido vamos a decir que en el listado anterior sólo se incluyen los casos más luminosos y brillantes. Esto se debe a que en realidad son muchos los objetos espaciales que se detectan cada año, llegando a un máximo de 500 bólidos avistados en toda la Red citada anteriormente.
Según el IEEC, este meteorito pudo ser observado en las comunidades autónomas de Cataluña, Extremadura, Castilla La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana,  Andalucía, Aragón, y en la Comunidad de Madrid.

Recreación de un meteorito
entrando en la atmósfera terrestre.

Varios testimonios de los testigos indicaron que el bólido iluminó el cielo de diferentes colores sobre las 6:55 horas durante unos pocos segundos. Justo antes de desaparecer, el cielo se encontró manchado por una larga estela y un rastro de humo. Según varias fotos publicadas en Twitter por habitantes de Barcelona y Tarragona sobre las 7:00 de la mañana, el meteorito dejó una estela de humo azul y rosa.
Para que este objeto se pueda considerar un bólido o meteorito, la luminosidad tiene que tener una magnitud de -4 o menos, producido por la penetración de una partícula espacial en la atmósfera terrestre a velocidades entre 11 y 73 kilómetros por segundo.
Estas rocas proceden de fragmentos de asteroides, e incluso de objetos más grandes como Marte o La Luna pero estos casos son mucho más raros. En fin, estos avistamientos nos hacen pensar en el riesgo al que estamos sometidos constantemente, y que en cualquier momento un asteroide puede chocar contra La Tierra.