El show comenzó con una misteriosa salida al escenario, bajo tinieblas, tapado por sus "luminosas en todos los sentidos", coristas, y aterrizando con un traje verde de lentejuelas, muy al estilo Lupín, en su inmenso trono.....Sus primeras canciones se acercan al Soul de autor y enseguida el público se entrega sin parar a la poderosa y grave voz de Solomon, una voz que sale del corazón.
En la segunda parte del concierto, y, entre lanzamientos de rosas y collares al respetable, el padre de 21 hijos y abuelo de 84 nietos, acompañado por sus dos atareadas violinistas que le limpiaban el sudor de la frente cada 2 minutos, dos trompetas, un saxo y una guitarra, recorre un repertorio eterno de obras sobradamente conocidas. Suena Ottis Redding, suena Louis Armstrong, suena Gloria Gaynor..... suena a historia.