Pues aquí estamos de nuevo con un autor español. Bastó decir que no estaba muy al día con ellos para que empezase a actualizar la lista. Pero Orejudo no cuenta, él suele encontrarse entre mis habituales y entre los francamente recomendables.
Una vez más, no me ha defraudado, lo cual quiere decir que a aquellos a los que nunca les apasionó, seguirán posiciándose en el mismo lado.
Para esta ocasión, Orejudo ha decidido emprenderla contra la institución universitaria, con ese toque de humor y de gusto por las situaciones raras y enrevesadas que suele plantear en todas sus ficciones. Sólo con que el narrador sea el propio autor, ya nos hace adentrarnos en un universo en el que todo es real y todo es mentira, todo puede haber ocurrido o jamás se daría el caso. Si es una exageración o una copia de la realidad, deja de importar al pasar las primeras páginas. Para cuando surja la sospecha, ya estaréis demasiado enganchados.
Así que, amantes de Orejudo, sigan disfrutándole.