Pues por culpa de un irresponsable. Así se puede calificar al propietario de Darwin, el mono que ayer apareció solo, perdido, en una tienda de Ikea en Toronto (Canadá). Al parecer, el animal se escapó del coche del dueño del animal y comenzó a merodear por las instalaciones del comercio. Los visitantes de la tienda se quedaron sorprendidos al ver al mono, que iba vestido con un abrigo de pieles y con pañal, avisaron a los miembros de seguridad y mientras lo vinieron a buscar, una nube de curiosos le hicieron centenares de fotos y le convirtieron en solo unos minutos en Trendig Topic de Twitter en Canadá (incluso crearon un perfil suyo en esta red social, fijándose sólo en su “gracioso” atuendo…humanizándolo, como no). Y desde allí, la historia llegó casi al momento a todo el mundo.
Las autoridades canadienses ya han enviado a Darwin a un nuevo hogar, a un santuario de primates. Y es que en Canadá, como en otros muchos países, los monos están considerados como animales exóticos y su posesión está prohibida. ¿Qué habría pasado si el mono hubiera aparecido en España? Pues depende de en qué ciudad lo hubieran encontrado: la ley sobre la tenencia de los animales exóticos es algo confusa y mientras la tenencia de primates está prohibida en algunas Comunidades Autónomas, en otras sí que está permitido. Así nos lo explicó, en una entrevista publicada en el número 236 de Animalia, Xavier Valls, veterinario especializado en animales exóticos, que desde su clínica barcelonesa Exòtics trata todo tipo de especies, incluidos titis y otros primates. Tener como mascotas a estos animales no deja de ser un capricho y una irresponsabilidad porque es muy difícil, por no decir imposible, que el propietario tenga ni las instalaciones ni los conocimientos necesarios para garantizarles su bienestar.
No sabemos cómo llegó el mono Darwin a conventirse en la mascota de este canadiense, si lo acogió, si lo compró o si se lo regalaron. Si fue un regalo, fue una muy mala idea. Ahora, cuando ya estamos en plena campaña de Navidad, todos los profesionales tenemos que insistir en que antes de regalar un animal hay que replantearse unas cuántas veces si ese ser vivo va a recibir las atenciones que necesita en manos de quien recibirá el regalo, además de tener claro qué legislación regula la tenencia de esa especie. Un animal no es un objeto, este es uno de los Derechos Internacionales de los Animales, que se conmemoraron precisamente ayer…Protectoras y asociaciones de defensa de los animales están insistiendo mucho estos días, emitiendo mensajes contra la compra compulsiva de animales en Navidad, ahora es cosa de todos que acabe calando esta idea.
Vía "animalia"
mundo.