Aún hoy me sorprendo al leer la noticia sobre el accidente ferroviario ocurrido en Suiza el pasado viernes a causa del descarrilamiento del Glacier Express, uno de los trenes turísticos más populares del mundo.
El suceso, en el que falleció una persona y 42 resultaron heridas de diversa consideración, ocurrió cerca de las 12 del mediodía entre las estaciones de Lax y Fiesch, en el cantón del Valais, al sur del país.
Mi asombro surge debido a que el Glaceir Express es conocido como el exprés más lento del mundo, dado que su velocidad media es de tan sólo 30 kilómetros por hora, además de llevar 80 años funcionando.
Asimismo, y aunque Suiza cuenta con una red ferroviaria muy densa, en el último año han captado cerca de 1.3 millones de viajeros nuevos, los accidentes ferroviarios no son habituales en las líneas de ferrocarril del país alpino, dado el cuidado y mimo con el que mantienen la infraestructura y los vehículos ferroviarios.
Enlace: El Mundo