Un mundo despoblado (Por: Alfredo Abrisqueta).

Olvidada la creatividad las metáforas no emergen cuando más se las necesita. En un mundo despoblado de imaginación ya no pretende conocer lo que le está velado, oculto a la visión. Es un mundo condenado al fracaso. Las viejas musas marcharon mucho tiempo atrás, ultrajadas e ignoradas, fueron olvidadas por la historia de la humanidad.
La inocencia ya no nos pertenece una vez cumplido la mayoría de edad. Jugamos con las grandes ideas; juntábamos y separábamos, pegábamos y cortábamos, vestíamos y desnudábamos todo a la vez. Orgulloso Ser Humano que con sudor conquistó aquellas ideas como la Libertad universal, la Fraternidad universal, la Igualdad universal y la Justicia universal para todos los pueblos. Impotente la Historia que no pudo contener las lágrimas por la belleza y la admiración de tales proezas. Sin embargo, hoy sucumbimos ante el esperpéntico espectáculo sin tapujos ni remordimientos. Las grandes diosas del ayer, las divinas guías que iluminaban el camino del Hombre están siendo ultrajadas, violadas, secuestradas y asesinadas.
Los viejos estandartes de la Gran Revolución quemados en el olvido, suprimidas las Ideas, violadas las musas, olvidada la creatividad y sumergidas las metáforas, parece evidente que estamos viendo nacer al nuevo Hombre que reinará la Tierra durante los siglos venideros.
Son tiempos de gurús y oradores que llenan los agujeros con representaciones de realidad distorsionada. Seducen con su lengua bífida y convencen mediante la falacia premeditada. Se manifiestan detrás de las imágenes y de los vientos avivando las llamas que luego no se pueden apagar. Mediante la palabra embaucadora provocan heridas difíciles de sanar y eso lo saben muy bien los antiguos griegos.
Pero aún queda esperanza mientras se presten oídos a los humillados. Aquellos despojados de la palabra, desterrados al exilio y condenados a la cicuta, siguen luchando en batallas perdidas. Son los mismos que provocan e incomodan las conciencias mediante la verdad. Los únicos que siguen perforando la tierra en busca de la dignidad humana. Son los jorobados que portan sobre sus espaldas a los gigantes de la tradición.
Oh querido pueblo, son artistas los que queremos para la creación de nuevos escenarios. Son sabios los que necesitamos para esquivar nuestras propias piedras. Son honrados los que anhelamos para conjugar la metáfora con la sabiduría, la imaginación con la verdad, la libertad con la dignidad y la justicia con la paz. Aunque el caos desespere al más sereno, aunque el tiempo consuma nuestra esperanza y las fuerzas se dispersen, ¿no vale la pena luchar por la libertad de los pueblos?