En Rusia, el Parlamento decidió prohibir la publicidad de los alimentos europeos. Así, con sus dos huevos peludos. Pero resulta que en este país hay un montón de negocios alimenticios alemanes, franceses, italianos, etc. Como el de Don Giulio, el dueño de la mejor tienda de vino y comida italiana
Puesto que no podía anunciarse públicamente, decidió hacerlo de todos modos, pero con una pequeña trampa. Instaló un mupi que sólo se podía ver cuando no había policía alrededor. ¡Vacilada de las guapas!