Guled Adan Abdi es un niño somalí que con 13 años de edad se ha hecho popular por fabricar juguetes con elementos que ha recogido de la basura, como plásticos o metales, entre otros. Estos juguetes reproducen con bastante fidelidad aviones, coches, camiones, etc., pero además integran una parte electrónica y motora que funciona con pilas.
Cuando era más pequeño Guled Adan Abdi empezó a fabricarse sus propios juguetes, inicialmente eran inanimados, pero el pequeño se preguntó ¿por qué no dotarles de movimiento? Fue entonces cuando empezó a fijarse en los coches de verdad en la ciudad para ver cómo funcionaban y empezó a construir sus vehículos de juguete teniendo como referencia los coches y camiones reales.
De momento ha construido cuatro juguetes con motor y electrónica, sobre estas líneas podéis ver uno de ellos, un juguete que reproduce un Jeep con todo lujo de detalles, hay que tener en cuenta que los recursos de los que disponía el pequeño eran prácticamente nulos, por lo que tiene mucho mérito. No sólo ha fabricado juguetes, se ha atrevido con un ventilador que se puede utilizar como una linterna por la noche, de ahí que le denominen el pequeño inventor.
Sorprende saber que nunca ha visto a nadie construir juguetes y mucho menos que estén dotados de motor y luces, a esto hay que añadir que ha perdido gran parte de su educación, ahora está cursando el tercer año en la escuela primaria, curso que corresponde a los niños de 8 años, la razón de no haber asistido casi a la escuela son los problemas económicos y familiares que ha estado sufriendo.
Su maestro le ha animado a seguir trabajando y experimentando con sus juguetes observando que el pequeño tiene un gran potencial, se ha convertido en toda una celebridad y muchas personas acuden para verle trabajar y darle ánimo. Su madre inicialmente no estaba de acuerdo con esta afición y en ocasiones tiraba los juguetes que el niño había fabricado, pero ahora lo apoya y se siente orgullosa, ya que considera que su hijo es un genio.
La fama del pequeño se ha extendido más allá de su ciudad e incluso ha mostrado los juguetes que ha fabricado al presidente de Puntland, uno de los Estados semiautónomos del país, éste le ha prometido que financiará su educación, y ahora el pequeño sueña con superarse y aprender para convertirse en un fabricante de coches.
El ingenio de un niño y los juguetes que fabrica, han conseguido aliviar la pobreza a la familia y tener expectativas de futuro, es un ejemplo de lo importante que es invertir en educación en los países más desfavorecidos, como ya hemos comentado en otras ocasiones, la educación es uno de los motores que pueden cambiar la situación de estos países.
Podéis conocer más detalles sobre esta curiosa y excepcional historia a través de este artículo publicado en BBC.
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Un niño somalí fabrica juguetes con desechos